“A Camilo (el cura guerrillero) lo abandonaron, lo golpearon, lo persiguieron; no tuvo alternativa, precipitó su destino…”, así dice uno de los diálogos de la obra de teatro “Camilo”, dirigida por la dramaturga Patricia Ariza.
Camilo fue un guerrillero que solo militó en las filas del ELN cuatro meses—hasta que el Ejército lo asesinó el 15 de febrero de 1966 durante su primer enfrentamiento —, sin embargo toda su vida divulgó un discurso revolucionario y pregonó la corriente de la iglesia católica que tan en boga estuvo en la década de los 60: la Teología de la Liberación.
La obra de teatro dirigida por Ariza, define a Camilo como el hombre, el cura y el filósofo que hablaba del perdón y del amor eficaz; del cura que no le importó quitarse la sotana y ponerse el uniforme militar y llevar en su hombro el fusil para defender al pueblo y pelear por la justicia y la igualdad.
No es la historia de vida de Camilo, el ‘eleno’. Es la representación de la lucha por la que dejó los hábitos y pecó ante los ojos de la iglesia, para convertirse en un rebelde con causa, sin dejar los principios religiosos.
Patricia comenta, al inicio de la obra, que durante un año investigaron la vida del cura, pero que luego de indagarla pasaron a una etapa en la que los 13 actores y actrices intentaron olvidar la investigación para entrar en el trabajo artístico y poder tramitar a esa persona “polifónica, de muchas facetas, con un espíritu de sacrificio que siempre luchó por la paz hasta la muerte”, a través de sus cuerpos.
Por medio de la danza contemporánea, la música popular y la representación de múltiples personajes (el rapero, el cantante o el campesino) que pregonan la fe revolucionaria, representan a uno de los tantos personajes emblemáticos que han perdido la vida durante los últimos 50 años de conflicto armado en Colombia.
Han pasado 49 navidades desde la muerte de Camilo y hoy, en medio de un proceso de paz entre el Gobierno y las Farc, han surgido diferentes maneras de narrar la lucha armada que ha generado más víctimas que soluciones; una manera de construir memoria histórica.
Con esta obra no solo se le da trámite a recordar un pequeño pedazo de la historia, sino a la celebración de los 50 años del teatro La Candelaria, que ha sido testigo y ha representado en las tablas lo que ha pasado con el país en las últimas cinco décadas.
Con la frase “todos somos Camilo”, con el cuerpo tirado en el piso, termina la pieza artística con la que Ariza y sus 13 actores y actrices pretende mostrar los ideales y lo incomprendido que fue el emblemático cura guerrillero por la iglesia y el Estado.
Dónde y Cuándo
Grupo: La Candelaria
Creación colectiva
En temporada: 8 al 18 de julio
Sala: Teatro La Candelaria – Calle 12 N° 2 – 59 / Tel: 2 814 814
Boletas: Estudiantes: $12.000 – General: $24.000
Hora: 7:30 pm.
FICHA TÉCNICA:
Dirección: Patricia Ariza
Reparto: Nohra González
Alexandra Escobar
Adelaida Otálora
Carmiña Martínez
Edith Laverde
Erika Guzmán
Francisco MartÍnez
Fernando Mendoza “Piyó”
Hernando Forero “Poli”
César Badillo
Diego Vargas
Camilo Amórtegui
César Amézquita