Tony López y "La Silla Vacía" del Caguán

La versión que dio Tony López, a Confidencial Colombia, sobre La Silla Vacía, episodio ocurrido el 7 de enero de 1999, en la instalación de la mesa de diálogos de paz del Caguán difiere en varios puntos de la que dio el excomisionado de paz; Víctor G. Ricardo. Sin embargo, ambas coinciden en que el Gobierno Nacional sabía de antemano sobre la ausencia de Manuel Marulanda Vélez.

El excomisionado de paz del gobierno de Andrés Pastrana, Víctor G. Ricardo aseguró en una entrevista dada a la revista El Poli de la Universidad Politécnico Grancolombiano, que el episodio conocido como La Silla Vacía, en el que el expresidente Pastrana estuvo solo en la instalación de la mesa de diálogos debido a la ausencia de Manuel Marulanda Vélez, “Tirofijo” era algo sabido de antemano por la delegación oficial.

Las razones que dio Marulanda, según Ricardo, tenían que ver con la seguridad del exjefe guerrillero por cuenta de un presunto plan paramilitar para asesinarlo.

Sin embargo, el exdiplomático y periodista cubano Tony López, en diálogo con Confidencial Colombia desde La Habana, aseguró que es otra la razón principal. López que acaba de escribir un libro llamado “Del Caguán a La Habana”, puso de presente apartes del capítulo llamado “La Silla Vacía” que darían cuenta de esa ausencia.

Según López, quien habló con Marulanda en el marco del proceso de paz del Caguán como parte de la delegación diplomática cubana en el país, este le aseguró que “la razón para no asistir es que no se había firmado ningún acuerdo”. Cuenta el periodista cubano que “Para Marulanda era necesario que estuviera acordado el 80% de lo negociado para mostrarse en cámara junto al presidente de la República. De lo contrario, pensaba Marulanda, se estaría enviando un mensaje equivocado a la opinión pública”.

El problema residía en que “Se le estaría vendiendo la ilusión de que el proceso ya estaba terminado”. Para el periodista cubano “se trató de un asunto estratégico fundamental”. Esa decisión de no ocupar la silla que le correspondía se había tomado dos meses antes de ese histórico 7 de enero de 1999.

Con la versión de López se agrega un nuevo elemento al proceso de revisión de lo que pasó en San Vicente del Caguán en enero de 1999, y se lograría establecer la verdad de uno de los hechos más polémicos de la historia reciente del conflicto en el país.