En un encuentro entre nativos indígenas y mineros de oro, lo que comenzó como una rencilla entre ambos bandos, terminó como un genocidio donde hubo 10 víctimas del grupo indígena.
Según un reporte de la Fundación Nacional de Indios – Funai, los mineros comentaron con orgullo su genocidio y hasta hablaron de desmembramiento de los cuerpos en un bar cerca de la frontera con Colombia en el estado de Amazonas. La Funai ya hizo la denuncia de lo sucedido.
“Estas tribus están aisladas, incluso Funai tiene poca información sobre ellos. Así que es una labor extenuante que requiere que todos los departamentos del gobierno trabajen en conjunto”, dijo Pablo Luz de Beltrand, procurador del caso.
Al parecer, la tribu afectada, mantenía recolectando huevos alrededor de una zona remonta surcando el Río Amazonas. Este tipo de actos de barbarie, demuestran la incompetencia del Gobierno de Michel Temer en cuanto a la protección de estos grupos indígenas.
Desde que Michel Temer es el máximo mandatario de Brasil, el presupuesto destinado a la Funai disminuyó de 7,5 millones de reales (2,4 millones de dólares) a 2 millones de reales (641.000 dólares) y con esta reducción se han cerrado 5 de las 19 bases de la Funai que buscan proteger estas tribus de mineros y leñadores, o para establecer comunicación entre tribus.
Recordemos que Temer tiene estrechos vínculos con mineros y leñadores, a tal punto que ha llegado a favorecerlos en gran manera tramitando proyectos de ley para el usufructo de ellos, con el fin de que le protejan en varios casos de corrupción que le acusan en Brasil.
