El republicano Donald Trump y el demócrata Bernie Sanders aprovecharon la frustración de los votantes con la política estadounidense imponerse este martes en las primarias de New Hampshire, donde ya habían conseguido importante credibilidad de sus respectivas candidaturas.
Sanders logró la preferencia de la mayoría de hombres, mujeres, independientes y jóvenes venciendo a Hillary Clinton, pero enfrenta desafíos en estados de mayor diversidad que se aproximan en el calendario electoral.
En tanto, Trump atrajo a aquellos que buscan a alguien ajeno al mundo político, y podría resultar beneficiado de la persistente falta de claridad entre los republicanos más convencionales que buscan desafiarlo. “Vamos a hacer algo tan bueno y tan rápido y tan fuerte, y el mundo volverá a respetarnos, créanme”, dijo Trump en su discurso triunfal.
El magnate duplica los votos de su más cercano seguidor en las primarias republicanas de Nuevo Hampshire, el gobernador de Ohio, John Kasich, cuando se lleva escrutado el 70 % de los votos. Trump, que ya ha sido declarado ganador por los principales diarios y televisiones estadounidenses y ha pronunciado su discurso de victoria, ha obtenido 65,413 votos, equivalentes a un 34.4 %, frente a un 16.3% de Kasich (31,021 votos).
En su celbración, Sanders dijo que el triunfo envía un mensaje “que resonará de Wall Street a Washington, de Maine a California. Y es que el gobierno de nuestra grandiosa nación pertenece a todo el pueblo y no solo a un puñado de adinerados contribuyentes de campaña y sus súper PAC”.