Un año de polarización

Luego de un año del inicio de los diálogos con las Farc, la polarización en el país sigue siendo alta. El uribismo critica la mesa de negociación en La Habana y tiene metida en la cabeza la idea de que este proceso certifica la entrada de un grupo terrorista al ‘juego’ de la política, así como desde el Gobierno promueven la premisa del que no está con este nuevo intento de paz es un “guerrerista”.

Durante el foro “Procesos de Paz: Conveniencia, Retos y Dilemas”, el líder negociador de Gobierno, Humberto de la Calle explicó el desarrollo de la mesa de negociación de La Habana y dejó claro que hay dos ‘nudos’ en el proceso de paz. El primero se genera por el rechazo de las Farc al marco jurídico para la paz, al considerarla como una “decisión unilateral”; y el segundo por la restricción de los alcances del delito político en la jurisprudencia nacional que le han quitado el “elemento armado” al delito de rebelión.

Cerca de 30 personas, entre las que se encontraban políticos, periodistas, militares retirados y líderes gremiales, pusieron sus puntos de vista sobre la intervención del líder negociador y el andar de este nuevo intento por firmar un acuerdo de paz con esta guerrilla. Las intervenciones corroboraron la polarización que se vive alrededor de este nuevo intento por terminar el conflicto armado en Colombia.

El presidente del Senado, Juan Fernando Cristo, confirmó su incondicional apoyo al proceso y dejó claro que fuera el Gobierno que estuviera, era inevitable un inicio de diálogos durante este periodo presidencial: “Sin duda alguna reafirmo que cualquiera que hubiera sido el Gobierno, se abría embarcado en la paz. Había que buscar una salida negociada”.

De la misma manera aseveró que “la paz no se puede conseguir sin pagar un precio” y recordó dos condiciones que nunca se habían generado: “La de las víctimas y la refrendación popular”. También fue claro en aseverar que el primer grupo de la sociedad civil en ir a La Habana deberían ser las víctimas.

Otro defensor de este proceso en Cuba que dejó sus puntos de vista en el foro fue Roy Barreras. El senador del partido de La U quiso desvirtuar un futuro referendo con las Farc armadas: “No es cierto que vaya haber una consulta con las Farc armadas. Va haber dejación de armas, luego de que esto ocurra habrá consulta popular. No va haber un acuerdo oculto”.

El primero de los detractores en tomar la palabra fue el precandidato por el Centro Democrático, Carlos Holmes Trujillo. El exembajador recordó que lo “verdaderamente novedoso es que es la primera vez que se habla luego del estatuto de Roma”. Fue enfático en afirmar que “hay que cumplirlo para darle estabilidad jurídica” y fue crítico con la Corte Constitucional ya que afirmó que “lamentablemente con su providencia, se perdió la posibilidad de dejar los marcos en materia jurídica para las desmovilizaciones. Independientemente de sus decisiones, sin el estatuto de Roma, la Corte Penal Internacional podría intervenir”.

Respecto a una posible intervención internacional, León Valencia confirmó que afuera del país”hay una actitud muy favorable” y aseguró que “no van a intervenir en ese proceso en materia de justicia”. Valencia cree que la futura “imagen de Santos y ‘Timochenko’ le dará confianza a la opinión pública”.

El senador Juan Lozano, expresó su preocupación por la intervención de De la Calle: “Me voy más preocupado después de oírlo”. Expresó que el líder negociador “no fue claro al referirse que estamos dialogando con un grupo armado que le ha hecho mucho daño al país”.

Lozano siguió mostrando su preocupación y recordó que el Gobierno había fijado unas reglas y las mismas no se han cumplido: “El protocolo de comunicación no se ha cumplido. Se le ha abierto los micrófonos a este grupo narcoterrorista igualándolos al Estado con el que negocian”. Y señaló que se está en medio de un “Estado bipolar, Pinzón dice una cosa y de la Calle dice otra”.

Otro tema que tocó el excandidato a la alcaldía fue la refrendación de cualquier acuerdo al que se llegue en La Habana: “Creo que se necesita un mecanismo de refrendación, pero no se puede hacer con un matiz político, como lo piensan hacer”.

Los militares, por medio del el presidente de Acore -Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares-, general Jaime Ruiz Barrera, dejaron claro que se les “ha querido identificar como enemigos de la paz”. El oficial retirado afirmó que “es evidente que no hay confianza en el proceso” y recordó que “si no encontramos la paz de manera dialogada, estamos en capacidad de conseguirla por medio de la acción militar”.

El papel de los medios de comunicación en un proceso como el que se da en La Habana, debe tener claras las dinámicas propias que se generan desde la Mesa. Por eso, María Alejandra Villamizar, directora de Confidencial Colombia expuso la importancia de “hacerle una pedagogía al proceso” y recordó la “falta de mayor compromiso por parte de los medios”.

Desde las dos partes, nunca hubo reconocimientos de errores ni de virtudes de lo que se viene haciendo por casi un año. La necesidad de construir desde la oposición se vio nula y los puntos positivos de un diálogo con las Farc, por parte de los detractores, nunca se hizo evidente.