Si uno mira el cuadro de la final del Open de Australia bien podría pensar que ha viajado atrás en el tiempo una década. Nadal y Federer por el lado masculino y las hermanas Williams por el femenino. Entre los cuatro suman 141 años, en Melbourne los ‘viejitos’ toman el poder.
El curso del tenis en 2017 empieza con un vuelco total a lo visto en los últimos tiempos. Una revolución de los mayores que no piensan dejar este deporte sin pelear. En el caso masculino, las dos cabezas del ránking ATP -Murray y Djokovic- cayeron en las primeras rondas. Ni siquiera dieron batalla en el torneo australiano. Su lugar lo han ocupado Nadal y Federer, para reclamar de vuelta una rivalidad que fácilmente puede ser la más grande de la historia del deporte.
Nunca dos deportistas se han disputado durante tanto tiempo la hegemonía con tanta autoridad. Y mucho se tardará en ver a dos enemigos tratarse con tanto respeto durante todo este tiempo. Nadal y Federer, Federer y Nadal. Un binomio en el que la existencia de uno no tendría sentido sin el otro. Si en el fútbol, la enemistad entre Messi y Ronaldo ha engrandecido los números de ambos. En el tenis, los duelos que han mantenido durante la última década Nadal y Federer ha llevado al tenis a cuotas inimaginables.
En la madrugada del sábado al domingo se verán las caras en el Rod Laver Arena de Melbourne. Federer, de 35, y Nadal, de 30, volverán a verse las caras para determinar al campeón del primer Grand Slam del año. Hasta la fecha el balance de resultados es favorable al español. 34 veces se han enfrentado hasta la fecha, 23 fueron para Nadal y tan solo 11 para Federer.
Si hacemos caso a las estadísticas, Nadal es el claro favorito para llevarse el título. Once veces se han encontrado en un Grand Slam, con nueve victorias para el español y dos tan solo para el suizo. De estas, ocho fueron finales, llevándose el ibérico seis -cuatro Roland Garros, un Open Australia y un Wimbledon- y dos para el helvético -ambas en Wimbledon-. El español le tiene comida la moral en las finales. Su superioridad sobre Federer llegó a su punto culmen precisamente en el Open Australia de 2009, cuando un Federer descompuesto rompió a llorar en la entrega del título a Nadal, muestra de la impotencia que sentía en esos momentos al no poder vencer a Nadal.
Si acaso el terreno es a priori más favorable para el estilo de juego de Federer, pero la lucha de Nadal le da también la ventaja en cuanto a resultados sobre pista dura (9-7). Sin embargó, este balance cambia en finales. Hasta en cinco ocasiones se han cruzados estos dos maestros sobre pista rápida, con tres victorias para Federer y solo dos para Nadal.
Sobre el Rod Laver Arena, en la noche del sábado al domingo los aficionados al tenis tendrán la oportunidad de ver un encuentro único. Un bonito recuerdo de las bellas épocas que nos dejaron estos dos maestros de la raqueta, los dos mejores de la historia, que se volverán a enfrentar quizá como por última oportunidad sobre la pista dura de Australia. El tiempo dirá si es el destino, nostálgico, el que ha decidido juntarlos por última vez o si realmente estos dos han bebido de la fuente de la eterna juventud.
La dos Serenas también se cruzan
Si en el cuadro masculino son dos viejas glorias como Federer y Nadal los que se cruzarán en la final, en el femenino ocurre de la misma forma con las hermana Williams. Las dos hermanas, de 36 Venus y 35 Serena-. El saldo de partidos es favorable para la menor de las dos. Serena se ha llevado 14 duelos por 11 de Venus. Además, lleva una racha de seis partidos ganados en los últimos siete que se ha medido a su hermana.