La decisión del Consejo de Estado de mantener en el cargo al Fiscal General, Eduardo Montealegre, hasta 2016 significa que a partir de ahora cada periodo presidencial tendrá dos fiscales, luego que desde 1994, la administración del ente investigador y de la Presidencia coincidían en términos de tiempo.
Eduardo Montealegre, el fiscal que ha planteado controvertidas posiciones frente a la aplicación de justicia para los guerrilleros que negocian el fin del conflicto en La Habana, estará al frente del ente investigador por cuatro años más. Una decisión del Consejo de Estado señaló que el de este funcionario es un periodo personal y no constitucional.
El concepto del Consejo de Estado significa que, luego de 19 años en los que el periodo del Fiscal coincidía en términos de tiempo con el del Presidente, el mandatario tendrá que ternar candidatos a dirigir el ente investigador en medio de su administración.
Desde 1994, cuando Gustavo de Greiff fue elegido por la Corte Suprema de Justicia en una terna propuesta por Cesar Gaviria, presidente de la Constitución del 91 en la que se creó la figura de Fiscal General, un mandatario no tenía que enfrentar una campaña para este tipo de elección en la mitad de su gobierno.
En ese entonces, cuando tras dos años de administración el fiscal De Greiff consultó a la CSJ si podía seguir en el cargo (había cumplido 65 años) y la Corte le dijo que debía renunciar, Alfonso Valdivieso asumió la dirección del ente investigador al mismo tiempo que Ernesto Samper llegó al poder.
El único presidente que tuvo que asumir a dos fiscales en su administración fue Álvaro Uribe, debido a la modificación constitucional que le permitió reelegirse. “El orden constitucional se alteró con el gobierno del expresidente Uribe”, señaló a este respecto el exmagistrado de la Corte Jaime Arrubla.
A pesar de la nueva coyuntura política, que podría enfrentar al gobierno de turno a dos posturas frente a la administración de justicia durante el mismo periodo presidencial, los expertos coinciden en el acierto del Consejo de Estado al determinar el periodo del Fiscal como uno personal y no constitucional.
“La Corte también elige a los magistrados, y cuando renuncian, sus reemplazos son elegidos para un periodo de 4 años, no para que finalicen el mandato del anterior”, señaló Arrubla, quien además dijo que esta decisión trae estabilidad al ente investigador, inestable desde tiempos de Uribe.
“Desde la época de las chuzadas se creó una sensación de zozobra al interior de la Fiscalía, que siguió con la injusticia que cometió el Consejo de Estado con Vivian Morales y continúa con Montealegre”, señala el ex magistrado.
Sin duda, el fallo del Consejo de Estado asegura que las políticas de corto y mediano plazo se desarrollen. “Era de esperarse que el consejo de estado dijera que el periodo de Montealegre es personal y no institucional, eso le va a dar a la Fiscalía una estabilidad que le permite realizar políticas claras de corto y mediano plazo y va a ayudar a fortalecer la lucha contra el delito”, sentenció Arrubla.