Una marcha llevada a cabo en la más absoluta y completa paz fue lo que definió este Primero de Mayo en Bogotá. Un día histórico que no terminó en los acostumbrados disturbios entre la Policía y algunos manifestantes radicales. Un día de celebración que permitió conmemorar el primer centenario del día de los trabajadores en el país.
Desde muy temprano en la mañana miles de manifestantes tomaron rumbo hacia la Plaza de Bolívar de Bogotá. Las arengas y las pancartas fueron la nota predominante como es habitual en esta conmemoración que este año cumplió su primer centenario.
Fueron más de 13 cuadras llenas de marchantes que reivindicaban las luchas sociales de los trabajadores colombianos. Hacia las 3 de la tarde la histórica plaza quedó ocupada por los turistas y habituales que son frecuentes en un día festivo en el centro de la capital.
Lo que no fue habitual fue el clima de tranquilidad y paz que se vivió en la jornada de movilización. Un altercado aislado entre miembros de la Policía Nacional y algunos encapuchados a la entrada de la Plaza de Bolívar fue el único hecho que alteró, momentáneamente, la paz de la marcha.
Según la versión dada por un Gestor de Paz de la Alcaldía que prefirió no dar su nombre “se hizo un acuerdo desde el gobierno distrital con la Policía Nacional y con los grupos antifascistas y anarquistas de la ciudad. El acuerdo contemplaba que el Esmad no sería visible y las tanquetas estarían retiradas para no generar hostilidad y los jóvenes se comprometieron a no permitir vándalos en la protesta”.
Esa medida dio resultado y por primera vez en muchos años el centro de la ciudad vivió un Primero de Mayo libre de disturbios, en el que los marchantes pudieron caminar con sus hijos y mascotas hasta el punto de reunión sin que el derecho a la movilización se viera empañado por la violencia.
