Mientras que más de 40 parlamentarios conservadores se unen a la campaña del presidente-candidato, Marta Lucía Ramírez y Óscar Iván Zuluaga se ‘hacen ojitos’ para la segunda vuelta. Nuevamente el conservatismo refleja la profunda división que desde hace varios meses los tiene en constante disputa.
Nuevamente el Partido Conservador afronta una delicada encrucijada, pues sus militantes aún difieren si apoyar lo que decida la dirección nacional del partido (representada por Omar Yepes y Marta Lucía Ramírez) o fusionarse con los movimientos de la Unidad Nacional y respaldar al presidente Juan Manuel Santos.
En efecto, más de 40 congresistas de los 59 que completan la bancada anunciaron su respaldo al presidente-candidato, bajo el enunciado de dar luz verde al continuo funcionamiento de los diálogos de paz y –desde la orillas- declinar la posible unión de Ramírez a la campaña de Óscar Iván Zuluaga.
“Con el respaldo del Partido Conservador el triunfo va a ser más contundente. No me cabía la menor duda que ahí estarían, porque saben lo que hemos hecho, saben lo que hemos logrado y saben lo que vamos a lograr hacia el futuro”, dijo el jefe de Estado, vistiendo una corbata azul, después de la reunión con los militantes.
Roberto Gerlein, Efraín Cepeda, Luis Emilio Sierra, Carlos Barriga, Nidia Marcela Osorio, Ciro Rodríguez, Humprey Roa y Armando Zabaraín, entre otros, completan la lista de parlamentarios que tomaron la polémica decisión, pero esta es una que se veía venir, pues desde hace varios meses se libra una pelea disimulada en el interior del partido por apoyar la candidatura de Marta Lucía Ramírez o la de Santos.
Resulta que desde antes del 26 de enero –día de la convención que eligió a Ramírez candidata única- la línea santista del partido pregonaba con insistencia la idea de irse a las elecciones fungidos a la Unidad Nacional. (Ese día Gerlein fue abucheado y él junto a otros senadores y abogados impugnaron el evento)
El deseo de montarse a la locomotora de la reelección perdió brillo y ahora que Marta Lucía no logró pasar a la segunda vuelta, y que Santos y Zuluaga andan en busca de concretar alianzas, vuelve a prenderse pero aviva aún más la controversia de que los azules no logran tomar una decisión como uno solo.
Entre tanto, Ramírez y la campaña del uribismo se hacen coqueteos para unir banderas y hacer eco en las votaciones de la segunda vuelta. Vea la perla azul del conservatismo.