Los escotes palabra de honor, que tienden a caerse; las largas colas tipo sirena, que se enganchan y dificultan los andares; o los tacones imposibles, fueron protagonistas de la alfombra roja.
La alfombra roja de la gala de los Premios Goya siguió este año la estela dejada por el resto de citas internacionales y, estilistas, transparencias, escote palabra de honor y trajes a medida, protagonistas, junto con el séptimo arte, la pasarela del cine español.
“Hay un especialista para todo y cuando tienes un evento de este tipo no hay que dudar”, explicó Nora Navas, una de las actrices nominadas a mejor actriz protagonista, que al igual que la mayoría de sus compañeras contó con un estilista, como es norma establecida en las citas internacionales.
Las osadas que se arriesgaron y, con bajas temperaturas, optaron por las transparencias, destacando por encima del resto. Las más espectaculares: Juana Acosta con un Zuhair Murad Coture en tono nude “Ha sido difícil escoger, me decidí a última hora, pero en cuanto lo vi, sabía que era este”, indicó la colombiana, que quería “algo sexy pero también dramático”.
Mientras que Blanca Suárez con un Elie Saab, negro formado por body y acompañado por falda transparente, optó por algo “cómodo, y fresco”, pero también joven, que casara con una ocasión como la alfombra roja, en la que siempre se tiende a ir un “poco más formal”, señaló con un recagardo collar de Tous.
Por transparencia también optó Michelle Jenner con un Naeem Khan de pedrería y plumas, o Macarena García con un Roberto Cavalli, que también contó “con ayuda” (de un estilista), pero que acertó con el primero que se probó.
El azul fue uno de los tonos más recurrentes, tres de las actrices nominadas a mejor actriz optaron por este color, en su versión azulón.
Marián Alvarez se lo decía a Inma Cuesta en la alfombra roja: “no lo podía creer, cuando te he visto entrar y he visto a Nora”. La primera iba con un diseño exclusivo de Miriam Ocáriz, la segunda con un Iván Campaña y la tercera de Gabriela Cadena.
La tendencia, del extranjero
Las alfombras internacionales marcan la tendencia de los trajes a medida y es que muchas de las asistentes llevaron diseños realizados en exclusiva para esta ocasión, en el caso de Marián Alvarez hasta los zapatos se los hicieron a medida. “Voy comodísima, no te lo puedes imaginar”, explicó.
Lorenzo Caprile fue uno de los más escogidos para realizar este tipo de diseños: Belén Rueda con un largo traje y cola de tul negro y marrón; Marta Etura, en blanco roto y pedrería, y Mar Regueras.
Ese mismo diseñador fue el de Macarena Gómez: “Me puse completamente en sus manos, confío en él al cien por cien”, aunque tuvo alguna reticencia con el verde. “Ya sabes, quien de verde se viste, por guapa se tiene”, señaló.
Manuela Velasco, con su palabra de honor Dior plateado, fue una de las primeras en llegar y también una de las que más flashes acaparó: “He tenido ayuda claro, pero en cuanto me lo puse supe que era este”, indicó sobre la creación de la mítica casa francesa de aire “new look”.
Y ellos…
Los hombres optado por la discreción, Juan Diego Botto, con un esmoquin de Armani, agradeció no “estar sometido a la esclavitud” de los tacones y los vestidos de las mujeres, mientras que Pablo Berguer optó por un esmoquin de Martin Margiela, pero acompañado por zapatillas de deporte de charol y camiseta.
“Me gustaron las zapatillas y fui escogiendo el resto”, señalóo uno de los pocos hombres que se atrevió a destacar por encima de la media, como también lo hicieron los consortes de Assumpta Serna con kilt y el de Macarena García, con zorros al cuello.
Una de las más esperadas fue Paula Echevarria, que repetía de Dolores Promesas, y que este año “quería algo más de princesita, más romántico”, y optó por un azul cielo palabra de honor con cola, hecho a medida, y con joyas de Tous también hechas en exclusiva y a juego con el traje.
Algunas optaron por el negro seguro como Silvia Abascal, con un Stephan Rolland de alta costura, o Ana Fernández, una de las pocas que llevó pantalón. El rojo también estuvo poco solicitado, solo Aitana Sanchez Gijón con un Lorenzo Caprile, y Terele Pávez de Helena Benarroch.
Los escotes palabra de honor, que tienden a caerse; las largas colas tipo sirenas, que se enganchan y dificultan los andares; o los tacones imposibles, fueron también protagonistas de la alfombra.
“Estos trajes no son para estar cómoda, para estar cómoda te quedas en casa”, dijo Ana Belén,seguida de una Aura Garrido que no paró de subirse el escote antes de cada foto, y de María León subida a unos Lauboutin de infarto.
“Creo que antes de que acabe la noche, pierdo algún dedo seguro”, apuntó la actriz embutida en un Lanvin verde esmeralda.
Con EFE Estilo