Una oposición dividida se sienta con Maduro

Tras el primer diálogo que se llevó a cabo entre los delegados de la oposición y el gobierno venezolano en el Museo Alejandro Otero, las conclusiones de la reunión no vislumbran un panorama alentador.

El día más esperado por todos en Venezuela por fin llegó. Fue ayer y logró reunir en el Museo Alejandro Otero de Caracas a los dos frentes políticos en discordia.

Oficialistas y opositores frente a frente por cerca de 3 horas, donde el presidente Nicolás Maduro junto a sus tres delegados del Ejecutivo representaron al actual gobierno. Por los opositores, llegaron cuatro representantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Como preámbulo, el primer mandatario venezolano realizó la frase que dió inicio a la tensa reunión.

“Tengo un compromiso total y absoluto en estos procesos de paz, le tiendo la mano a la MUD… Venimos dispuestos a escucharlos”, aseguró Maduro.

El encuentro ha contado con la mediación del enviado especial del Vaticano y una delegación internacional encabezada por los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España), Martín Torrijos (Panamá) y Leonel Fernández (República Dominicana).

Según el enviado de la Santa Sede, Claudio María Celli declaró, “Ningún pueblo puede resolver sus tensiones con la violencia”.

El lado oscuro de la oposición

Si bien el hecho de asistir a los diálogos con el gobierno es un acto importante y representativo por parte de los opositores, también es evidente que hay una ruptura entre los del MUD y el partido Voluntad Popular.

Leopoldo López, el principal preso político del Gobierno venezolano, ha ordenado a su partido político VP no acudir a la reunión. Pues considera que las condiciones para establecer un diálogo no son de garantía suficiente para un acercamiento sensato

Además, otros 14 partidos políticos de la coalición opositora tampoco han respaldado la posibilidad de abrir un diálogo con el oficialismo.

Por tal motivo, hoy el mundo no solo ve un conflicto político entre opositores y gobierno, sino que a esto se le agrega una ruptura en la oposición por diferentes frentes, debilitando la credibilidad de los presentes acercamientos.