En un anuncio extraordinario, el gigante farmacéutico Johnson & Johnson ha anunciado que fabricará de forma asequible la vacuna para el Coronavirus SARS-COV2, causante de la actual pandemia, y que esta ya entró en la última fase de prueba de una vacuna. Se espera, si todo va conforme a lo previsto, que esté disponible en el primer trimestre del año que viene.
Un punto a destacar de este anuncio, y que es especialmente relevante para Colombia, es que la comercialización de este medicamento será solidaria y responsable. Es decir, que esta vacuna se venderá sin ánimo de lucro mientras dure la pandemia. “Queremos que esto sea accesible y asequible para todos los que van a necesitarlo”, declaró l Dr. Gorsky al diario financiero londinense. “Será importante que el mundo tenga acceso, y francamente creemos que es nuestra responsabilidad ponerlo a disposición de todos”.
Aunque ya hay una vacuna en fase de prueba con humanos, de la compañía Moderna, este anuncio tiene la relevancia de provenir de uno de los grandes conglomerados farmacéuticos con presencia global, lo que asegura la rápida manufactura y distribución de la potencial vacuna. Para hacerse una idea, J&J se ha comprometido a invertir $ 1 mil millones en el desarrollo de esta medicamento, esperando comenzar a realizar pruebas en humanos en septiembre. Alex Gorsky, presidente y director ejecutivo de J&J, dijo en declaraciones al Financial Times que este logro se basó en más de una década de investigación y miles de millones de dólares de inversión.
Si los primeros ensayos van bien, la vacuna podría estar disponible a principios de 2021 para ser utilizada bajo una autorización de uso de emergencia, una exención por vía rápida del regulador de los EE. UU. Las acciones de J&J subieron un 7,9 por ciento. Dada la capacidad de esta compañía, el grupo de atención médica más grande del mundo, de escalar la fabricación para garantizar que todos tengan acceso a una vacuna, estamos ante un gran avance.
Los políticos estadounidenses se han preocupado de que las compañías farmacéuticas puedan beneficiarse de la crisis al tiempo que hacen que las vacunas y los medicamentos sean inaccesibles para muchos.
El anuncio de Abbott se produjo cuando los países lucharon por adquirir suficientes pruebas rápidas y precisas para diagnosticar mayores franjas de sus poblaciones. Con pruebas más generalizadas, la esperanza es que las medidas de contención draconianas se puedan facilitar.
La nueva prueba de diagnóstico de Abbott para Covid-19 podría reducir la espera de resultados a tan solo cinco minutos para un resultado positivo y 13 minutos para uno negativo.
La prueba se ejecuta en la plataforma portátil de la compañía, que es el dispositivo de prueba molecular de punto de atención más ampliamente disponible en los Estados Unidos. Abbott dijo que la prueba comenzaría a distribuirse a los proveedores de atención médica, como consultorios médicos, clínicas de atención urgente y departamentos de emergencia, esta semana. Las acciones en Abbott subieron un 7,2 por ciento.
Robert B Ford, presidente de Abbott, dijo que el dispositivo ayudaría a los médicos a realizar pruebas “fuera de las paredes tradicionales de un hospital en puntos críticos”.