El expresidente Álvaro Uribe compareció ante la Fiscalía General de la Nación como acusado en un proceso por calumnia e injuria que le fue abierto tras la denuncia del periodista Daniel Coronell.
Tras cinco horas de audiencia, que transcurrió a puerta cerrada, el expresidente Uribe dio cuenta de ella sólo a través de un mensaje que escribió en la red social twitter.
“Salgo de Fiscalía de responder por denuncia de periodista difamador, que tuvo relación con empresa Perafán, contra mis hijos y yo”, dijo Uribe.
La denuncia fue presentada por el periodista colombiano Daniel Coronell, además columnista de la revista Semana y antiguo director de Noticias Uno, informativo que se transmite los fines de semana por el Canal Uno, de la televisión pública de Colombia.
Coronell, uno de los periodistas colombianos más críticos de Uribe y su gobierno, se declaró calumniado e injuriado por escritos en los que el exgobernante lo vincula con personas del entorno del narcotraficante Justo Pastor Perafán, y por eso denunció a Uribe ante la fiscalía.
El exgobernante mantiene desde 2001 que Coronell tuvo en el pasado una relación comercial con un empresario del sector de la televisión vinculado o asociado, al parecer, con Perafán.
Pero el periodista ha aclarado desde entonces esa versión y ha insistido en que Uribe la difundió después de que Coronell denunciara actividades ilícitas del expresidente y sus hijos.
El conflicto entre ambos llegó a su culmen en 2010, cuando el periodista escribió una columna en la revista Semana en la que denunció que Tomás Uribe, el hijo mayor del exjefe de Estado, había promovido en Panamá una reunión con representantes del Grupo Nule, un conglomerado de contratación pública que protagonizó un gran escándalo de corrupción.
En su momento, Coronell dijo que Uribe buscaba desviar el debate por esta indebida intervención de su hijo, el que escribió, junto a su hermano Jerónimo Uribe, una carta al periodista en la que negaron dicha reunión en Panamá y le preguntaban por su supuesto pasado nexo con el entorno de Perafán.
Perafán fue uno de los grandes capos colombianos de la droga durante las décadas de los ochenta y los noventa del siglo pasado; y fue detenido el 17 de abril de 1997 por la guardia nacional de Venezuela cuando se encontraba en la ciudad de San Cristóbal. El 23 de mayo del mismo año, Venezuela lo extraditó a Estados Unidos.
Coronell, cuando recibió aquella carta y Uribe hizo públicas las denuncias contra él, advirtió de que no se iba a dejar intimidar con injurias y calumnias, y al mismo tiempo le recomendó que hiciera pública la fortuna de sus hijos.
El actual directivo de Univisión, afincado ahora en Miami, es una de las varias decenas de víctimas de escuchas y seguimientos ilegales que el ahora desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, inteligencia) puso en marcha durante gran parte del gobierno de Uribe.
Además de periodistas, el espionaje alcanzó a magistrados, políticos de oposición y defensores de derechos humanos, incluidos extranjeros.