El movimiento destacó que los magistrados del Consejo Nacional Electoral deben ser penalizados por una ausencia de garantías en la verificación de las firmas y por oponerse a las inscripción del logo. Para Pacho Santos, no hay la menor duda de que el CNE está haciendo favores políticos y resaltó que tampoco se necesitan pruebas de alto calibre para verificar una conducta inadecuada del organismo.
El uribismo continúa en lema de hacerle un jalón de orejas a diferentes ramas del Gobierno que, según ellos, han unido esfuerzos para colocarle trabas al movimiento de frente al proceso de elecciones del 9 de marzo.
En un comunicado que reúne las diferentes denuncias que el partido ha emitido en los últimos meses, el movimiento expone que los magistrados del Consejo Nacional Electoral deben ser penalizados por no asegurar el proceso para verificar las firmas del partido y por negar la inscripción del logo (rostro de Uribe) y el nombre del movimiento para las elecciones.
Así las cosas, Francisco Santos, exprecandidato del Uribismo Centro Democrático, precisó que el CNE “no está garantizando una libertad de competencia electoral”.
“No se necesita tener evidencia distinta para ver cómo los jueces cambian en sus decisiones”, explicó refiriéndose a la negativa que recibió el partido por parte del Consejo Nacional para inscribir el nombre y la foto con la imagen del expresidente Álvaro Uribe Vélez.
El anuncio se pone en sintonía con el comunicado enviado por el uribismo, en donde se especifica una ausencia de garantías para verificar las firmas y la “pérdida del respeto al debido proceso”, no obstante sí resaltan una violación al Código Penal.
“Los magistrados del Consejo Electoral y los funcionarios involucrados deberán responder por violar el Artículo 396 y otros de la Ley Penal”, dicta el texto.
Por su parte, Pacho Santos precisó que el CNE “es un órgano político elegido por el Congreso que toma decisiones políticas destinadas a ponerle todas las trabas posibles al partido. Si al Centro Democrático le va bien, el negocio de los partidos de la Unidad Nacional no es tan bueno”.
Sin embargo, se mostró preocupado porque a fin de cuentas “no va a pasar nada y que el sistema político es el que se va a ver afectado”. El exprecnaidato hablará respecto al caso del alcalde Gustavo Petro y una presunta entrada a la alcaldía el próximo 12 de enero.
Los hechos que atestiguan la denuncia del Uribismo
El Centro Democrático publicó los hechos que confirman que desde la mesa de negociaciones entre el Gobierno y las Farc en La Habana, se está maquinando en contra del Centro Democrático. Estas conductas ‘antiuribistas’ comprenden:
– “La falta de gobernabilidad de Santos” declarada por el vocero de las Farc en Cuba, Pablo Catatumbo y el anuncio de Andrés París en el que señaló que la estrategia consistía en aislar al ‘Uribismo’. “Ambas declaraciones evidencian la estrategia macabra contra el proyecto político del uribismo”.
– El presunto plan para asesinar a Álvaro Uribe Vélez organizado por las Farc y desmantelado a tiempo por el Ministerio de Interior. “Santos no condenó el plan, únicamente dijo que era “información vieja”, a pesar de que el Ministro de la Defensa y el Director de la Policía ratificaron que eran nuevos planes”.
– Una serie de amenazas por parte de la guerrilla en contra de los candidatos uribistas en el Putumayo para que renuncien de su candidatura.
– Un “silencio cómplice” del gobierno Santos para dar garantías de participación política a los guerrilleros y “concederles el derecho de gobernar a Colombia”.
– “El control absoluto de la Organización Nacional Electoral por parte del gobierno Santos, a través de los representantes en el Consejo Electoral de los partidos de la Unidad Nacional”. Enunciado que el partido refleja con el régimen chavista de Venezuela.
– La negativa que impuso el CNE para la inscripción del logo y el nombre: Uribe Centro Democrático para la campaña.
– El carrusel de la reelección de Santos. “El Gobierno no ha respondido las denuncias con pruebas de 1.968 nombramientos, 597 contratos y 2,5 billones de pesos en auxilios parlamentarios, entregados en trueque clientelista a los congresistas amigos de su reelección.
Si bien los anuncios del uribismo representan temas delicados a los que hay que ponerle atención, ronda entre la opinión pública que esa estrategia ‘denuciadora’ de Uribe y su partido obedece a fines proselitistas a los que Colombia ya está acostumbrado y que han generado un particular malestar para la actual administración.