Hablar de la historia de ‘El Caballo’ en el Cesar, es hablar también de la historia de familias tradicionales, de poesía, de amigos entrañables unidos por una pasión, de hombres con esencia de monte no obstante su riqueza material y cultural, o de arrendadores ‘gitanos – cachacos’ como mi padre, quienes llegaron al departamento a pulir un arte y a criar a sus hijos.
Los caballos de paso fino en el Cesar, enredan anécdotas a las que bien se les puede dedicar un libro de 200 páginas. Pero tratemos solo una parte, un capítulo llamado RIENDAS.
Joaquín Tomas Ovalle Pumarejo, nieto del maestro Tobías Enrique Pumarejo Gutiérrez, ha sido el presidente de la Asociación de Caballistas de Cesar por más de 20 años. Para los que hemos sido testigos de su lucha, no podemos decir otra cosa: es el héroe de esta historia y el líder de una iniciativa quijotesca.
Su abuelo, el gran ‘Don Toba’, es autor de un sinnúmero de obras invaluables para nuestro folclor, pero también fue un apasionado por los equinos, un legado que su nieto Joaquín Tomas, asumió con gallardía:
“Mi abuelo Tito Pumarejo, y su hermano Tobías, fueron grandes caballistas en su tiempo. Era tanto el amor que ‘Don Toba’ guardaba por los caballos, que les compuso varias canciones, entre ellas, una muy famosa que se llama El Alazanito”: así relata Ovalle con orgullo, en entrevista exclusiva para esta nota.
Pero ya tendremos tiempo de hablar de ‘otros tiempos’, y de la llegada de los caballos a nuestra región. Por ahora centrémonos en la fundación y evolución de RIENDAS, la Asociación de Caballistas de Cesar.
La primera Exposición Equina Grado A de Valledupar, se celebró desde el 15 al 17 de diciembre de 1989, en el tradicional Coliseo de Ferias ubicado vía a La Paz, hoy totalmente reformado. Fue un evento apoteósico para la época, un tremendo logro de un grupo de bohemios ‘enfermos’ por los caballos, y quienes en febrero del mismo año, habían dado el primer paso para tal fin: reunir la asamblea con la que se constituyó la Asociación de Caballistas de Cesar, cuyo nombre ante FEDEQUINAS no pudo ser más original: RIENDAS. De ahí en adelante y con mucho esfuerzo, se han hecho 11 ferias grado A y cuatro grado B.
¿Cómo lo lograron? Fácil; unidos por el incansable amor a los equinos y por el incansable amor -no todos- al Aguardiente Cristal. El sitio de debate; las pesebreras ubicadas en la carrera cuarta de Valledupar. -Si no me creen, pregúntenle a Rodrigo Gómez, el paisa dueño de ‘La Danta’ en Manaure y autor del nombre de la Asociación: “Esa noche me inspiré y pensé en un nombre que no fuera una sigla, y que sonara original”.-
El primer presidente de RIENDAS, Gustavo Romero, recuerda como si fuera ayer, aquella primera Feria Grado A: “Había tensión en la pista porque habían asistido varios veedores de FEDEQUINAS y siendo yo el presidente, era máximo responsable de lo que pasara. Los jueces fueron Agustín Forero, Alfonso Vásquez y Luis Hernando Rodríguez Osorio. El locutor fue el señor Dueñas.
…Esa primera tarde (15 de diciembre del 89), cuando se juzgaba la final de los reproductores de Trocha Pura, cuyo gran campeón fue MARCIANO de Villa Lorena, se conoció una noticia que ensombreció el ambiente, y era apenas obvio: la muerte de Gonzalo Rodríguez Gacha”.
Pero fundar una asociación, presentarla en Medellín y organizar una Feria Grado A, en una ciudad con poca tradición en la cría de caballos de paso, no solo fue cuestión de encontrar un nombre inspirador y de contar con un paradisíaco coliseo; hubo mucho detrás.
Y si quienes de alguna manera fuimos testigos de aquella gesta, nos ponemos a pensar en cómo, otra generación de caballistas puramente valduparenses, logra construir 25 años después, el mejor coliseo de exposiciones equinas y bovinas del país, obteniendo la sede de la 33ª Exposición Equina Nacional; la verdad es que la admiración se desborda.
Esa nueva generación, liderada por el actual presidente de RIENDAS, Efraín Daniel Cuello Calderón ‘Fosforito’, se destacan caballistas como Juan Carlos Losada, Juan Felipe Gomez Rosso, Luis Raul Gomez (Vice Presidente), Maria Liliana Jaimes, Carolina Daza, Jeronimo Castillo, Wilson Solano, Joaquin Campo, Javier Acuñas. Igual que caballistas por herencia como Julio Mario Ogando, con su criadero Madrigal y Murgas.
Y si nombramos a los precursores, tengo que anticiparme a pedir disculpas si se me escapa alguno, y espero, ustedes mis amigos me sepan disculpar. En esa gallada estuban: Héctor Vallejo Rubio, Gustavo Romero Téllez ‘Ramaseca’, Rodrigo Gómez, Juan Daniel Calderón, Diomedes Daza Daza, Efraín ‘El Mono’ Quintero (primer Presidente de RIENDAS), Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta, Miguel Mora Valderrama, Jorge Herrera Ibarra ‘El gago de oro’, Julio Ogando, Jesús Bonet, Danilo Marulanda, Guillermo castro, Héctor Pedraza, Sergio Araujo Castro y Joaquín Tomás Ovalle Pumarejo; entre muchos otros.
Algunos de aquellos amigos, infortunadamente, ya no están con nosotros. Sin embargo, su legado se ha transmitido como la buena sangre de un padrote, ya sean en sus propios hijos, descendientes o pupilos.
Un ejemplo de lo que la herencia caballista puede hacer, lo aporta hoy en RIENDAS Carolina Daza, hija de un hombre imprescindible en esta nota: el escritor, abogado, gallero, caballista e intelectual; Diomedes Daza Daza. Para los entendidos de este tema, el doctor Diomedes no necesita presentación.
Daza Daza fue el criador del único caballo ‘Fuera de Concurso’ en la historia de nuestro departamento: el inolvidable FRANCISCO EL HOMBRE, reproductor de paso fino, hijo de RESORTE IV en LA CARMENTEA.
Carolina recuerda a su padre con orgullo y hace referencia con autoridad, a la cría de ese hermoso caballo castaño: “Mi papá era un apasionado por los gallos y los caballos, y fue uno de los fundadores de la Asociación. Curiosamente FRANCISCO EL HOMBRE era hijo de una yegua trotona, sin embargo el caballo salió muy fino. Mi papá era muy amigo del señor Fabio (Ochoa), de hecho había sido su abogado en algún momento, y lo visitaba mucho. A mi papá le encantaba la raza de ‘Los Resortes’, y en un negocio, decidió recibir un salto como parte de pago. Fue así como mi papá trasladó la yegua a Medellín y la preñó de RESORTE IV.
…El potro empezó trochando y mi papá ya lo daba por trochador. Estando en Bogotá, un montador le dijo a mi papá: ‘Ese potro se va meter al fino’. Como mi papá no le creyó, hicieron una prueba; lo montaron en bajada, en una loma. Lo empujaron un poco, y el caballo se metió al paso.
…Desde ese momento lo empezaron a trabajar como fino, y fue así como el caballo mostró todo su potencial. Mi papá vendió a FRANCISCO EL HOMBRE consciente, de que el caballo tenía más futuro en otras manos.
…El criadero de mi padre, El Rancho Managua, se construyó mucho antes de que yo naciera, y yo tengo 30 años. Era un lugar muy llamativo para todos los caballistas, era el sitio de reuniones y de pelear gallos con los amigos. Estaba muy cerca de Valledupar, tenía unas excelentes pesebreras y una pista dura; un lugar muy agradable.
…Mi hermana y yo prácticamente nos criamos allí, hemos sido caballistas desde pequeñas. Hubo un momento en que ella, ya no competía con mujeres (amazonas) en ferias, sino que la metían a competir con hombres; esta pasión nos ha acompañado desde niñas. Yo decidí estudiar Veterinaria, una carrera que lo lleva a uno solito por el lado de los caballos. Y aquí estoy, sigo siendo caballista”.
Una caballista, como las varias caballistas quienes hoy, hacen parte activa y fundamental de RIENDAS. En tanto a lo que se vive actualmente en la ciudad de los santos reyes, Jorge Herrera, criador del gran BRILLANTE (paso fino) y quien pertenece a la gallada de los fundadores, confiesa que son tantos que no ha tenido el placer de conocerlos a todos:
“Desde mediados de los noventas a la fecha, ha habido una avalancha de caballistas nuevos y por ende de pesebreras nuevas. La afición ha crecido inmensamente. Se han interesado mucho en la genética y han sido los pioneros de la inseminación equina en nuestra región. Hoy en día se han visto los resultados, con caballos muy buenos”.
Jorge tiene mucha razón, y sin duda, el mejor resultado que han podido vivir y disfrutar los nuevos criadores del Cesar, es la terminación del Coliseo de Ferias Multipropósito, Luis Alberto Monsalvo Ramírez. Y para esto, también corrió mucha agua bajo el puente.
El antiguo Coliseo de ferias de Valledupar fue quizás, el más famoso de la región en su tiempo. Sus sendos arboles de caucho forman un clima aparte. Me explico; por dentro sopla una brisa fresca, así por fuera este pegando el sol más inclemente. Contaba con una pista pequeña con gradas sencillas, pero con un balcón para una banda que solo se callaba cuando se enojaba un juez.
Según relata Gustavo Romero, desde mediados de los 70 cuando se construyó el Coliseo, las ferias sin tener grado ya eran multitudinarias, y muchas veces las pesebreras no daban abasto. Incluso, el precursor de ‘El Caballismo’ en el mundo, don Fabio Ochoa Restrepo, y su constelación de la época: BOCHICA, CEREZO, RESORTE III, entre otros; asistieron a una de aquellas ferias.
Frente a este importante episodio, Joaquín Tomás Ovalle cuenta: “Mi padrino Alfonso Murgas tenía un caballo muy famoso en la región; se llamaba CIRANO. Era un caballo muy fino, que lo había comprado en Medellín. En aquella feria en que don Fabio vino, CIRANO derrotó a GAUCHO (el viejo). Fue tan buena la presentación de CIRANO, que don Fabio quiso comprarlo, pero mi padrino rechazó la muy buena oferta. Eso fue apoteósico.
Para Gustavo Romero Téllez, oriundo de Pacho (Cundinamarca), criador, arrendador, miembro fundador y segundo presidente de RIENDAS; el reto de hacer la primera feria Grado A en la ciudad, a finales de los ochentas; era mucho más que logístico:
“El presidente de FEDEQUINAS de esa época (1989) era Luís Fernando Duque Arango, y lo que no sabíamos, era si a la Federación le interesaba aprobar una asociación en la costa, donde acababa de fracasar una en Barranquilla. Sin embargo, el ‘pero’ más grande que nos pusieron, era el hecho de que en el Cesar y La Guajira se había diseminado la peste loca (encefalomielitis)”.
Pero cuando la pasión está de por medio, los negativismos se superan. Años después, los héroes que lograron lo imposible eran Joaquín Tomas Ovalle y Sergio Araujo. En tanto a las muchas dificultades que ha superado RIENDAS en los últimos 15 años, Ovalle relata una anécdota con evidente nostalgia:
“Nos tildaron de locos. Nosotros estábamos empeñados en que después de hacer varias ferias grado A, Valledupar debía tener un Coliseo que respondiera a las nuevas exigencias, y para tal fin, ya habíamos conseguimos el diseño y los primeros recursos. Entonces, fuimos a exponer el proyecto ante el gobernador de turno. El gobernador nos respondió que estábamos locos, que cómo creíamos que el departamento se iba a gastar una cantidad de dinero, para que Sergio y yo, ‘paseáramos a caballo’.
…Yo le conteste de inmediato: ‘eso está como si Consuelo Araujo hubiese construido el Parque de la Leyenda, para que sus y nietos tocarán acordeón ahí’.
…Recibir la designación para una Exposición Nacional ha sido increíble, nosotros nunca lo imaginamos y menos tras esa mala racha que vivimos en el Cesar, a causa de la violencia. Pasamos de ser el departamento más rico de Colombia a ser el más violento. Aquí venía todo el mundo porque éramos prósperos; todo se compraba y todo se vendía. Cuando se acabó el algodón, se había acabado casi todo. Por eso, nunca nos imaginamos, volver a hacer una feria Grado A, y menos, una Exposición Nacional”.
Volviendo a los inicios de este movimiento en nuestro departamento, y a los relatos de antaño que tanto nos gustan; mi padre, Héctor Vallejo Rubio, uno de los mejores arrendadores que ha tenido el país, cuenta que al llegar a Valledupar, el primer criador que conoció fue un finquero llamado Luis Giraldo, quien había comprado unas bestias en el Valle del Cauca:
“Yo trabajaba en la finca de Giraldo, y empecé a montar un caballo ya famoso, al que yo enseñé a arrodillarse y acostarse; se llamaba SEMÁFORO. Con ese caballo fuimos varias veces a la Feria de la Loma (Cesar), que se hacía en El Cruce (Chiriguaná) y que era la mejor de esa zona”.
En 1980, mi padre se conoció con el cantante y ganadero ‘Poncho’ Zuleta, y le aconsejó que comprará una tierra para pesebreras. Hoy, es una finca que hace parte del patrimonio cultural de los Zuleta: ‘Las Tamacas’. Ya hecha una amistad entrañable, Zuleta y Vallejo viajaron a Montería y compraron a uno de los caballos que también dejaría una huella en la región: PERCAL.
Andrés Alfonzo Zuleta, hijo mayor de Poncho, también criador y cabalista, recuerda los tiempos de PERCAL: “En los inicios de ‘El Caballo’ en el departamento se vivieron unas épocas hermosas. Años en que ‘cabalgatiábamos’ y compartíamos en familia, y nos da mucha nostalgia pensar en los amigos ya se fueron.
…PERCAL fue uno de los caballos más representativos de mi familia, igual su descendencia. Fernando Acevedo con su gran TENAMPA, hijo de PERCAL, también marcó un momento de esta gran afición en Valledupar.
…No podemos olvidar que Héctor Vallejo, crió una de la mejores yeguas trochadoras galoperas del país en los ochentas; LA MECANÓGRAFA. Y sin duda, Joaquín Ovalle, quien es criador del mejor reproductor de paso fino en la historia de nuestra región; CAMPESINO del V8”. ‘El Caballo’ es parte de nuestras vidas porque ante todo, somos personas del campo”.
Precisamente, hablando de TENAMPA y de CAMPESINO del V8, dos grandes reproductores de los noventas; Fernando Acevedo y Joaquín Ovalle, sus dueños y criadores, nos contaron dos maravillosas anécdotas relacionadas con sus ejemplares.
Vamos primero con TENAMPA. En 1992, cuando se grababa en Valledupar la telenovela ‘Escalona’, un productor tocó a la puerta de Fernando Acevedo para solicitar su ayuda. Resulta que el director de Escalona, Bernardo Romero Pereiro, necesitaba un caballo de porte cinematográfico, para grabar una escena donde la vieja Sara (Judy Henríquez), entraba montada a una gallera.
Después de toda la explicación, Vallejo y Acevedo, terminaron con TENAMPA en la gallera de Valledupar, en medio de luces, cámaras, acción; y por supuesto, con Aguardiente Cristal. Pero lo curioso es que no fue Judy Henríquez la que entró montando en la ya famosa escena, fue Acevedo disfrazado de mujer. Resulta que la primerísima actriz colombiana, sintió temor al brío del hermoso caballo bayo, y no se atrevió a moverlo.
La segunda anécdota tiene pechera tricolor de por medio, y hace parte de los grandes logros de Joaquín Tomas como caballista, cuando apenas era un muchacho. En la segunda Feria Grado A de la ciudad, Ovalle se atrevió a ser el chalán en pista, del que apenas era su potro consentido: CAMPESINO V8. Así fue como este reproductor moro de 32 meses, montado por su propietario, derrotó al gran CUPIDO del 8, obteniendo su primer Gran Campeonato de paso fino. Lo que transmitió CAMPESINO después, aún lo hacen sentir sus hijos, nietos y descendientes, en las pistas del país y el mundo.
Las historias dentro de esta historia se multiplican todos los días, y muchas más se confabularán cuando ‘El Valle’, sea sede de la 33ª Exposición Nacional Equina y Ovina.
De nuevo excusándome por los amigos y temas que no mencioné, quiero agradecer a los dirigentes con real visión de empresa y expansión, quienes respaldaron incondicionalmente esta causa: los ex gobernadores Guillermo Castro Daza, Luis Alberto Monsalvo y al actual mandatario del departamento, Franco Ovalle. También al actual alcalde de la ciudad, Augusto Ramírez Uhía. Y Finalmente, al autor de una megaobra arquitectónica, llamada Coliseo multipropósito Luis Alberto Monsalvo; el artista Santander Beleño Pérez, quien donó los planos de lo que hoy es una realidad.