Después de que una corte de apelaciones de Estados Unidos rechazó este domingo la petición del Departamento de Justicia para restablecer de inmediato la orden presidencial de Donald Trump que prohíbe la entrada al país de todos los refugiados y migrantes de siete naciones de mayoría musulmana, el vicepresidente estadounidense Mike Pence, aseguró que la pelea la iban a ganar y que buscarán suspender la orden.
El gobierno apeló la noche del sábado la orden temporal que suspendió el decreto de Trump, alegando que el juez federal en Seattle se extralimitó al cuestionar al presidente en un asunto de seguridad nacional.
Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, se refirió al tema a través de Fox News que “seguiremos usando todos los medios legales a nuestra disposición para suspender la orden del juez que bloqueó el veto migratorio (…) Vamos a ganar esta pelea”.
Por su parte, el Procurador General interino de Estados Unidos, Noel Francisco, fue quien defendió el sábado la medida al decir que solo el presidente tiene autoridad para decidir quién puede ingresar o quedarse en el país.
Sin embargo, la decisión de no restaurar la medida de inmediato, supone que los ciudadanos de los países señalados en la orden ejecutiva, es decir, Siria, Irak, Irán, Yemen, Libia, Somalia y Sudán, podrán entrar al país mientras la batalla legal continúa.
El viernes, el juez de Seattle bloqueó la orden de Trump y permitió entre otras cosas, que las aerolíneas aceptaran de nuevo a los ciudadanos que tenían prohibida la entrada desde el pasado 27 de enero. Ante esto, el presidente dijo a través de su cuenta en Twitter que “la opinión de este supuesto juez, que esencialmente arrebata a nuestro país la capacidad de aplicar la ley, es ridícula y será anulada”.
The opinion of this so-called judge, which essentially takes law-enforcement away from our country, is ridiculous and will be overturned!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 4 de febrero de 2017
Trump continuó alegando la decisión, “como la prohibición fue suspendida por un juez, muchas personas muy malas y peligrosas podrían estar ingresando a nuestro país. Una terrible decisión”, agregó en otro tuit.
Según el Departamento de Estado, la idea del presidente había dejado sin documento migratorio a casi 60.000 personas.