Vargas Llosa confirmó su romance

La revista ¡Hola! publicó un amplio reportaje fotográfico en el que se puede ver a Mario Vargas Llosa junto a Isabel Preysler paseando de la mano e incluso bailando durante un viaje romántico a Lisboa.

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa ya no se esconden. Este fin de semana viajaron juntos a Lisboa invitados por el multimillonario portugués Joao Flores y su mujer Tita Torrabadella. El motivo de la convocatoria era celebrar durante tres días los 80 años del empresario y actual presidente de la Cámara de Comercio Hispano Portuguesa.

“Nuestra relación va muy bien”, dijo el escritor peruano a la publicación Hola. “Yo preferiría no hablar de mi vida privada y esa es la misma idea de Isabel”, añadió.

Respecto al viaje, la pareja llegó el sábado en avión privado con Nuria González y otros personajes del mundo social y empresarial de Madrid. Se alojaron en el hotel Ritz y participaron con el resto del grupo en todas las actividades que Joao Flores y su mujer habían organizado para entretener a sus amigos. Para el nobel fue su primera incursión pública en el mundo vip que rodea a la que seguramente se convertirá en su tercera mujer. Así ha sucedido siempre en la vida amorosa de la reina de corazones. Se enamora, se divorcia y se casa, y vuelta a empezar, salvo en el caso de Miguel Boyer, del que enviudó hace un año.

El fin de semana comenzó con una fiesta en pleno barrio de Alfama. Los anfitriones organizaron una puesta en escena de película de amor y lujo. Las mesas dispuestas en una de las calles que previamente se había cerrado al público y protegida de los curiosos por un importante dispositivo de seguridad. Los anfitriones habían elegido un menú muy poco tradicional para ofrecer a los vips nacionales y portugueses, compuesto por sardinas asadas y ensalada. Como música de fondo, varios fadistas amenizaron la velada.

El sábado por la mañana, tiempo libre que Vargas Llosa e Isabel pasaron en el hotel disfrutando de las instalaciones. Por la noche otra fiesta, esta vez de media gala en La Trattoria, propiedad de Joao Flores. Un menú sofisticado donde no faltó el bacalao, plato oficial portugués, y tampoco el baile hasta la madrugada.

Dos enamorados de luna de miel

La pareja volvió a ser el centro de atención, sobre todo Isabel, vestida de blanco, como si se tratase de un preanuncio de boda. Elogios y felicitaciones públicas a la pareja. Y por detrás conversaciones que aseguraban cómo muchas mujeres del mundo social de Madrid con maridos ricos y poderosos respiraban tranquilas ante el noviazgo de la que podía llegar a ser una rival. La viudedad la había colocado de nuevo en el circuito y eso para muchas damas era un serio aviso de peligro que ahora ha desaparecido. Esa noche los invitados fueron testigos de cómo el nobel estaba pendiente de Preysler, a la que tomaba por la cintura y miraba con embeleso como si fuera un adolescente.

El domingo Joao y Tita Flores habían organizado para sus invitados un crucero por la bahía. Preysler apareció con un conjunto vaquero y Vargas Llosa de traje, “vestido de mayor”, como dijeron algunos de los presentes. De regreso de la jornada marinera los amigos españoles volvieron a Madrid mientras la pareja de enamorados continuaba con suluna de miel o vacaciones anticipadas en Portugal, ajenos a los comentarios de sus hijos, pues ni Ana Boyer ni los tres hijos del escritor ven con muy buenos ojos la relación.

Entre los invitados del matrimonio Flores que también acudieron a festejar el aniversario se encontraban Alfonso Cortina y Miriam Lapique, Marisa y Alfonso de Borbón, Tessa de Baviera, Jaime Soto y Sonia Bolin, Celso García Amusátegui y Amalia, Josemi Rodriguez Sieiro, María Cecilia Sarasola y Patty Galatas.