El comité de Ensambladoras de Motocicletas Japonesas reveló que la demanda de motocicletas en Colombia sigue creciendo, con la particularidad que cada vez más gente la usa para trabajo y mejoramiento en la calidad de vida.
La vocera del Comité, Leonor Loaiza le dijo a Confidencial Colombia que el mercado de las motocicletas va hacia una mayor aceptación de este vehículo por cuanto cada vez hay más usuarios de los estratos uno, dos y tres que utilizan la moto como solución de movilidad y aumento en el nivel de ingresos.
Loaiza explicó que el uso de motocicleta hace parte de la inclusión social y laboral porque día a día crece el número de personas que obtienen un trabajo o un empleo por contar con una motocicleta como activo. Con este modo de transporte, indicó, las personas no solo se trasladan por diferentes motivos sino que hacen uso de la vida moderna.
Declaró que en 2011 fueron vendidas 530.000 motocicletas de las cuales 153.788 tuvieron como destino el mercado laboral, es decir que el 29 por ciento de los colombianos adquirieron el vehículo para mejorar sus ingresos.
El aumento en las ventas de motocicletas en 2011 representó un aumento del ocho por ciento frente al ejercicio del sector en 2010.
El Sétimo Estudio Sociodemográfico arrojó como resultado que en Colombia el 58 por ciento de la población usa la motocicleta como medio de transporte, el 29 por ciento para generar ingresos, el 11 por ciento para viajar y el dos por ciento restante como alternativa a los líos de movilidad.
El Comité de Ensambladoras de Motocicletas Japonesas que agrupa a Suzuki Motor de Colombia, Auteco-Kawasaki, Incolmotos-Yamaha y Fenalca-Honda afirmó que en el país hay más de 2.5 millones de motocicletas, pero hay una proyección de 14 millones de usuarios de este vehículo para el año 2040 por su facilidad de compra, versatilidad, comodidad, ahorro y desde luego mayor rotación del activo por el mismo movimiento del mercado. Esa tendencia hace prever que para ese tiempo habrá más motos que automotores de cuatro ruedas.
Si bien el robo de estos vehículos ha bajado, hay un factor importante y es que las firmas japonesas venden sus productos ensamblados con el debido seguro.
De los tenedores de motos en Colombia, se estima que el 62 por ciento es empleado asalariado en tanto que el 26 por ciento es trabajador independiente. Este medio de transporte es utilizado por estudiantes y desde no hace mucho ha empezado a ser una aliada vital para las amas de casa. El 18 por ciento de los nuevos usuarios son universitarios
El Estudio Sociodemográfico dice que el 97 por ciento de los compradores de motocicletas se ubican en un rango de edad que va desde los 18 hasta los 51 años.
Al revisar la posición en el hogar se observa que el 44 por ciento de los propietarios de motocicletas son jefes de hogar, el 43 por ciento hijos y el siete por ciento amas de casa.
Por estado civil el 57 por ciento de los motociclistas son casados o viven en unión libre frente al 41 por ciento que tan solo se ocupan de su moto.
La motocicleta sigue siendo de uso muy masculino toda vez que el 84 por ciento de los compradores son hombres.
El Comité señaló que en aras de preservar la vida y mejorar las condiciones de los motociclistas adelanta una serie de acciones educativas que cumplen ya diez años.
La señora Loaiza indicó que las motos más comercializadas son las de cilindrajes de 100, 160 y 180 centímetros cúbicos. Dijo que una moto puede tener un costo de tres millones de pesos hasta de ocho, diez y doce millones de pesos.
Sobre la competencia con China, dijo que el colombiano es muy exigente, motivo por el cual está pidiendo marcas tradicionales, preferiblemente de Japón.
“La motocicleta es sinónimo de economía porque ahorra combustible, es muy práctica en los desplazamientos para quien renta con ella y su costo de parqueadero resulta mínimo”, comentó Loaiza.
Cabe anotar que si bien la moto es muy apetecida en las zonas cálidas como la Costa Norte, Bogotá se consolida como un mercado en aumento.
En materia de normatividad se trabaja de la mano con el Gobierno y es así como se firmó un pacto de buena voluntad entre los sectores público y privado el cual consiste en la entrega de un casco de norma por cada motocicleta vendida.
Expresó su tranquilidad por los trabajos que conducen a una nueva reglamentación a través del Código Nacional de Tránsito del cual esperan la mejor legislación para propender por la seguridad y el respeto por la vida de quienes se desplazan en moto.
La industria de la motocicleta crece en Colombia y con ella se vislumbran nuevas inversiones y nuevas apuestas por el país, Constantemente hay inversiones, visitas y transferencia de tecnología.
Este sector mueve un cluster, para nada de poca monta, porque muchas partes de las motos son fabricadas o desarrolladas en Colombia. “Varias pequeñas industrias tienen nivel y calidad internacional para poder producir partes que se integran en el ensamblaje de las motocicletas que hoy ruedan por las calles o carreteras del país”.
Actualmente Colombia exporta un número importante de motos para los mercados de la región.