Víctimas y familiares de éstos pidieron hoy justicia a la Corte Interamericana de Derechos Humanos por los supuestos abusos que sufrieron a manos del Ejército y grupos paramilitares en 1997, durante una operación militar llamada Génesis.
Los jueces interamericanos escucharán los alegatos y a los testigos de ambas partes respecto al operativo castrense, llevado a cabo del 24 al 27 de febrero de 1997 en varias comunidades afrodescendientes de Chocó.
Sin embargo, desde antes del inicio de la audiencia pública por el caso conocido como “Marino López contra Colombia” en la sede de la Corte, en San José, varias de las víctimas y sus familiares realizaron un acto simbólico para demandar justicia.
Vestidos de blanco y con fotografías de sus familiares víctimas de los supuestos abusos castrenses, una decena de personas portaron velas y entonaron canciones con la esperanza que de la Corte IDH siente responsabilidades definitivas sobre el Estado colombiano.
El director de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, José de Jesús Orozco, declaró ante los jueces que la operación “Génesis” se realizó de forma simultánea a incursiones paramilitares sobre las comunidades civiles demandantes.
Según Orozco, las acciones del Ejército empezaron con “sobrevuelos y bombardeos que aterrorizaron a la población civil”, pero que, junto con los paramilitares, desembocaron en el “asesinato cruel” de Marino López, así como en amenazas, saqueos, destrucción de la propiedad y hasta la orden de salir de la zona para sus habitantes.
Para la Comisión Interamericana, estas acciones obedecieron a un “patrón sistemático de operaciones conjuntas” entre el Ejército y los paramilitares, que obligaron al desplazamiento forzado de decenas de familias, en su mayoría de mujeres y niños.
El Estado colombiano responderá a estas acusaciones ante la Corte IDH, que escuchará la declaración de dos presuntas víctimas, un testigo y tres peritos.
Con EFE.