Vuelve el Pecoso, vuelve el espectáculo

El estratega manizalita regresó al Fútbol Profesional Colombiano luego de llegar este martes a un acuerdo con Atlético Bucaramanga. En Confidencial Colombia hacemos un repaso de los momentos más polémicos del ‘Pecoso’ en su trasegar por el fútbol cafetero.

El día que lanzó una camilla a la cancha

En un partido jugado el 11 de febrero de 2015, en el estadio Metropolitano de Barranquilla entre el extinto Uniautónoma y el Deportivo Cali, el estratega manizalita, al ver que uno de sus jugadores estaba en el suelo y no era atendido, corrió con una camilla por la pista atlética y la arrojó al campo de juego.

El partido estaba 2-1 a favor del equipo azucarero y Uniautónoma estaba asediando la portería caleña. Nicolás Gallo lo expulsó creyendo que era una de las artimañas de Castro para quemar tiempo.

“Yo no soy un deshonesto, merezco respeto”


La polémica nació tras una expulsión sufrida en la mitad de un juego ante Equidad el 19 de julio de 2015, el técnico se dirigió hacia la mitad del terreno y sorpresivamente recibió la tarjeta roja. Según él, su intención era escuchar qué le decían los rivales al juez.

“Yo llevo muchos años en el fútbol y he visto tanta porquería; y resulta que por escuchar lo que los rivales le dicen al árbitro me echan. Eso no es justo. Merezco respeto, soy un trabajador honesto y leal”, dijo en la rueda de prensa posterior al partido.

Declaraciones sobre Atlético Nacional, RCN y Win Sports

En la previa ante un juego contra Atlético Nacional sacó declaraciones explosivas hacia el club paisa y el periodista Carlos Antonio Vélez, del que dijo que la agarró contra él porque no sale todos los días en su programa.

“El fútbol es un negocio y eso está bien, eso no es malo. Nacional es el único equipo con canal de televisión en Colombia. ¿De quién es Win? ¿De quién es RCN? ¿De quién es Nacional? De Ardila Lülle. ¿Ustedes creen que Win o RCN van a hablar mal de Nacional? Miren y verán que es verdad”, decretó.

Solución para erradicar el vandalismo en las tribunas


En medio de un ambiente político candente, en el cual Gustavo Petro, Gina Parody y Enrique Peñalosa se enfrentaban en sus debates de manera agresiva. Con solo un minuto de pantalla, la popularidad de Castro estuvo por encima de los candidatos a la Alcaldía de Bogotá, cuando este aseguró tener la solución para terminar con los violentos en los estadios.

Hablando solo

Otra de las cualidades del Pecoso es su pasión a la hora de dirigir. En un juego de 1989 cuando dirigía al Deportes Quindío se le vio muy ofuscado y empezó a gesticular exageradamente. “¡Pompilio a mí no me levantés las manos!”, le gritó iracundo a Pompilio Paez, asistente técnico de Juan Carlos Osorio.

El día que le dio órdenes a un policía


El periodista Rafael Araujo Gámez, le comentó a El Tiempo que la pasión del Pecoso era tan desbordada que una vez de manera inconsciente le dio indicaciones a un policía pensando que era un dirigido suyo.

“Gritaba ‘mire, me tiene que marcar a este. Párese así, no se vaya a descuidar, al tiempo que lo agarraba del brazo y lo sacudía un poco. El otro, en silencio. ‘Pecoso’ lo miró. Vino a saber que al que gritaba y daba instrucciones tácticas era a un policía, que estaba en silencio, aterrado, y luego todos se rieron”, aseguró Gámez.

La mechoneada a Hussein


Por un partido de cuartos de final de Copa Libertadores entre River Plate y América de Cali, el técnico que estaba al frente del cuadro escarlata, aprovechó para jalar del cabello a Claudio Hussein, siendo este un acto sin precedentes en Sudamérica.

América venció esa vez al cuadro argentino por 4-1, luego de empatar en el Monumental. Esa fue una de las sacudidas de la paternidad de River, quien le ganó las finales de Libertadores en 1986 y 1996.

Su efectiva forma de trabajo


Ante una entrevista con Orlando Asencio, periodista de El Tiempo, Fernando Castro dio a conocer su ortodoxo modo de trabajo. Contó que “Hay que planificar. Yo puedo planificar un entrenamiento en la mañana, y se me van, pero se me llenan los moteles en la tarde, y se acaban el ron y el aguardiente en Neiva. Hay que tenerlos a mañana y tarde ahí, concentraditos, mirándolos uno”.