“Y ahora qué pescamos, ¿petróleo?”

Decenas de sanandresanos marcharon este miércoles por las calles del centro de la capital. Lo hicieron para pedir que el Estado colombiano no acate el fallo de la Corte Internacional de Justicia, que le quita más de 70 mil kilómetros cuadrados al país. Imágenes.

Con consignas en contra del fallo que se produjo en la ciudad holandesa de La Haya, varios sanandresanos se concentraron en el Parque Nacional con el fin de demostrar que la isla colombiana se está viendo perjudicada de manera grave por la decisión.

Éder Ortiz Roca, perteneciente a la Organización de la Comunidad Raizal con Residencia Fuera del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (ORFA), afirmó que “los isleños tomamos el fallo de la manera que lo tomaron muchos de los colombianos: con llanto, con mucha indignación”.

También señaló que “luego, ya organizadamente, se empezó a pensar en el futuro de las islas, con el fin de tomar esto como una oportunidad, inicialmente peleando por recuperar lo que está a punto de perderse y también por reivindicar muchas cosas que todavía Colombia no tiene conocimiento”.

La comunidad raizal, la directamente perjudicada con el fallo, se siente cada vez más vulnerable en la intromisión de territorios que desde épocas ancestrales les han pertenecido. Además, ven cómo uno de sus grandes tesoros y principal fuente de recursos para el diario vivir se está perdiendo. La gran porción de mar a la que Colombia debería renunciar, es el símil de la tierra para cualquier habitante continental.

Otro tema por el que los raizales arengan en las calles bogotanas, son las consecuencias culturales que el detrimento territorial generaría en la comunidad. La división a la que históricamente se han visto expuestos, ha dejado atomizada su identidad.

Ortiz Roca también recuerda el desconocimiento que la parte central del Estado siempre ha tenido de las islas. “Ya hace 100 años San Andrés se convirtió en un intendencia y tuvo representatividad. Pero ya desde esa época, ese mismo desconocimiento central generó que las normas y decretos que salen del centro no sean del todo benéficas, casi siempre empujando el detrimento de la comunidad raizal en la pérdida de sus tradiciones”.

Estas marchas en todo Colombia también buscan visualizar todos los problemas que tiene una parte del territorio nacional, la cual siempre ha sido vista desde el continente, buscando soluciones desde tierra y casi nunca involucrándose con una comunidad que tiene más historia que la misma región continental.