Comenzaron las reuniones del salario mínimo del 2016 en Colombia. Sindicatos, empresarios y gobierno intentarán negociar en medio de un escenario adverso.
Para la negociación del salario mínimo en Colombia siempre se tienen en cuenta dos factores fundamentales: la inflación y la productividad. Del primero, lo más nuevo que se conoce es que en el último año ese dato está en 6,39% (superando con creces la meta del Banco de la República de entre el 2% y 4%) y es la cifra más alta de los últimos seis años. Y de la productividad aún no hay un cifra reciente (la revelará Planeación Nacional este 9 de diciembre), pero se conoce que el promedio de los últimos años es cercano al 1%.
Teniendo en cuenta eso, el aumento del salario mínimo no debería ser inferior a un 7% (es decir 45.104 pesos de aumento), pero es que aquí confluyen varios asteriscos. Por un lado, el desempleo. Dicen los empresarios que un aumento “desbordado” afectaría la creación de empleos formales y se engrosaría aún más la informalidad (que ya es bastante alta en el país, alcanzando casi la mitad de la población productiva). De hecho el más reciente dato del Dane mostró que el desempleo en octubre de este año subió a 8,2% y hace un año, en el mismo mes, estaba en 7,9%. En Colombia, en otras palabras, hay 2 millones de desempleados.
La Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, ha dicho que el aumento del salario mínimo no debería ser superior a un 6 % (es decir 38.661 pesos) porque eso empeoraría la tasa de desempleo. Y explica que hay que seguir generando empleo al tiempo que se mantenga el poder adquisitivo de los trabajadores. “Claramente un incremento del SML del 7 % para 2016 agravaría la situación del desempleo, probablemente llevándolo al umbral del 9,5 %-10 % al cierre de 2016”.
Por otra parte, las centrales obreras dicen que un trabajador mejor remunerado gasta más y que el consumo es un motor de la economía, y que teniendo en cuenta el dato de inflación y de la productividad, la cifra para empezar las negociaciones no debería ser menor al 10% (es decir 64.435 pesos de aumento). Las centrales obreras han dicho que son conscientes de la situación de la economía del país (entrando en una etapa de desaceleración), pero que no es posible dejar de señalar la brecha salarial que ubica a Colombia como uno de los países más desiguales de la región.
El gobierno, como siempre, será el intermediario en estas negociaciones. Y de no lograrse un acuerdo, le quedará la responsabilidad de decidir (por decreto) en cuánto subirá el salario mínimo en Colombia para el 2016. El año pasado fue por decreto, porque al final y como sucede todos los años, cada peso cuenta.