El autismo es una condición que le genera dificultades en la persona, en su comportamiento, su comunicación y la forma de relacionarse con su entorno, esto en términos generales es lo que se escucha de quienes están inmersos en el tema; sin embargo la palabra autismo va más allá de esta descripción, pues implica en la persona y en su familia unas dinámicas para las cuales por supuesto no se fue preparado.
Al igual que en otros casos, la persona con autismo y su familia pasa por varias etapas en donde la mayoría de los casos exige un cambio de estilo de vida económica, familiar, laboral y hasta la vida social. Estas familias deben aprender a sobreponerse a la sociedad en la que conviven, tienen que adaptarse a las personas curiosas, a las miradas de lastima, a escuchar consejos basados en mitos que se tienen alrededor del autismo, pareciera, que nosotras las familias debemos tener la resiliencia, el aguante y la obligación de enfrentar esta situación de manera adecuada, porque si no es así, se les cataloga como familias disfuncionales, o madres con problemas de ansiedad y depresión, hasta el punto de necesitar medicación, terapias psicológicas o apoyo profesional.
Las personas autistas junto a sus familias, hacen parte de una sociedad, en la cual se supone deben estar inmersos en ella, pero desafortunadamente no es así, todo lo contrario, son rechazados en la escuela, en la calle y en todo lado, pues la gente no comprende que ellos viven en su mundo y los juzgan por no estar preparados para lo que ellos requieren. A la fecha tampoco hay una respuesta oportuna ni acertada desde el sistema de salud, cada profesional opina de acuerdo a lo que ha leído, ha escuchado, o aprendido en la universidad, así que la familia se ve enfrentada a constantes barreras profesionales, frente a la solicitud de una respuesta que le permita comprender la realidad. Pero cuando no se convive con el autismo, difícilmente se comprende esa situación. Si una persona con autismo y su familia no reciben los apoyos y las herramientas necesarias de manera oportuna, difícilmente podrán tener calidad de vida.
Las familias necesitan que se comprenda la imperiosa necesidad de darle a esta población los apoyos y ajustes que requieren, pero esto parece una utopía que conlleva al desgaste de la familia y vivir en desilusión, día a día las familias luchan para por garantizarle una vida digna a sus hijos, buscan abrirles un espacio en un país donde existen políticas y lineamientos de los cuales no es posible salir y donde cada colectivo busca soluciones, que muchas veces sin importar que tanto se excluye o se segrega al otro. Así las cosas, es necesario buscar la forma de estar cada vez más unidos, levantarse y con la misma fuerza, decir ¡NO MAS!