A ritmo de bolero, Rafael Pardo Rueda inscribe su candidatura y revela las claves de lo que será su gobierno si gana la alcaldía de Bogotá: serenidad y firmeza.
A Rafael Pardo Rueda le encanta la buena música. Hace unos días caminaba por la carrera Séptima de Bogotá cuando escuchó la voz del cantante callejero Alberto ‘El Halcón’ Puello Villareal interpretando “Sabor a mi”: “No pretendo, ser tu dueño, / no soy nada yo no tengo vanidad/ de mi vida, doy lo bueno, / soy tan pobre que otra cosa puedo dar”. Desde ese instante, el dirigente político no tuvo dudas: “Será él quien esté en la inscripción de mi candidatura”.
Y así fue. Este miércoles 1 de julio en la sede de la Registraduría Nacional del Estado Civil, Pardo se convirtió en el primer candidato oficial a la alcaldía mayor de Bogotá. Se lanza con el respaldo del Partido Liberal Colombiano, La U, el movimiento Mira y, destaca él, primordialmente de los anónimos ciudadanos de esta urbe en donde hoy impera el desorden. Eso lo sabe el conductor del taxi de placas WMK 554 que lo trajo en compañía de su hija Laura. A padre e hija el conductor les contó la pesadilla diaria de movilizarse por la ciudad. “Hay mucho desorden”, sentenció. Sin embargo, hizo un esfuerzo y llegó en punto. A las 11 a.m.
Precisamente, Pardo llevaba subrayada esta palabra en su discurso: “Desorden”. Por el contrario, él iba impecablemente vestido: camisa de tono morado suave, corbata azul con rayas negras y blancas y traje oscuro. Antes de firmar el documento en presencia del registrador distrital, agradeció a los distintos líderes que lo acompañaron, entre ellos al expresidente liberal César Gaviria Trujillo de quien fue su ministro de Defensa, el primer civil que llegaba a tan trascendental cargo cuando el país debió enfrentar la furia terrorista del Cartel de Medellín. Tras una dura confrontación, el capo Pablo Emilio Escobar Gaviria fue llevado a la cárcel.
Luego de su inscripción, Pardo destacó su experiencia en la búsqueda de la paz en el ámbito nacional. De hecho, él fue el hombre que firmó el único acuerdo de reconciliación realmente exitoso en nuestra convulsionada historia de violencia: la desmovilización e incorporación a la vida civil del Movimiento 19 de Abril, M-19.
La meta de Pardo ahora es más local, más urbana. Quiere ser el alcalde de la capital en donde viven casi ocho millones de personas y donde se trabaja de sol a sol, lo que permite que esta ciudad tenga una economía superior a la de países como Uruguay o la de cada una de las naciones centroamericanas. En esa línea, el candidato quiere el apoyo de los trabajadores y de los empresarios.
¿Para qué? Para producir más y obtener beneficios que repercutan en la creación de nuevos puestos de trabajo. Y donde los ciudadanos tengan mejores posibilidades para invertir en vivienda, educación, salud y recreación.
En su discurso, que fue seguido por decenas de periodistas, Pardo se mostró realista y optimista. Así, por ejemplo, hizo un análisis riguroso del actual panorama: “Hoy no se avanza como se debería”, dijo. “Sentimos que la inseguridad, los trancones, el desorden y la falta de organización son una constante en todas las clases sociales. Las disputas mantienen la ciudad en un estado de desorden generalizado y de incertidumbre que genera inseguridad”.
Para él, no se trata de voces aisladas sino de una angustia que se extiende de sur a norte, desde los cerros orientales hasta lo profundo del occidente: “En todas y cada una de las localidades que he visitado, escucho el mismo reclamo”.
¿Entonces? Para él, hay que gobernar con unas líneas claras: “Queremos una ciudad organizada”, “Queremos que las obras que se hagan, se terminen”, “Queremos que las reglas sean claras y para todos”, “Queremos un Alcalde que una, no que divida. Que sume, no que reste”. Esto es sus palabras tiene una respuesta que pasa por tres palabras: firmeza, serenidad y gerencia.
Su intervención fue interrumpida en varias ocasiones por el auditorio en donde se destacaban los jóvenes. Se trata de la nueva generación de votantes que quieren elegirlo por la seriedad y experiencia que les da un candidato que goza del aprecio de diversas colectividades: los animalistas, la población afro, la comunidad LGTBI, entre otros.
Este apoyo lo ha conseguido Pardo de manera transparente porque a lo largo de su trayectoria se ha mostrado como un hombre vanguardista, con ideas de avanzada y que siempre, ya sea desde la dirección del Plan Nacional de Rehabilitación o desde el ministerio del Trabajo entre otros cargos, ha estado al lado de los más humildes. “No soporto la discriminación, la exclusión”, manifiesta.
¿Cuál es su propuesta? “Vamos a dejar atrás el pasado de peleas mezquinas, de inacción y falta de claridad. El Alcalde tiene que ser el líder de la construcción de una nueva sociedad, más igualitaria, más respetuosa de los demás y de las reglas de convivencia. En fin, el gerente de una sociedad más abierta, menos segregada y más equitativa”, sentencia.
Por eso, ahora que se propone llegar al Palacio Liévano, busca el apoyo de la gente, de los ciudadanos, de los electores. “Yo quiero tener un millón de votos”, dice al estimar la cifra que se propone conseguir. Para hacer de Bogotá una ciudad mejor y donde hombres como Alberto ‘El Halcón’ Puello Villareal puedan cantar felices en la calle, pero también en un acto tan solemne y trascendental como la inscripción de una campaña electoral. “Vine porque Pardo es el mejor de todos”, aseguró con voz melodiosa. Como si cantara un bolero.