Antonio Sanguino, jefe de gabinete de la Alcaldía de Bogotá, explica los alcances del fallo de la Corte Constitucional que tiene que ver con el número de localidades de Bogotá y la creación de las Unidades de Planeación Local.
¿Qué lectura tiene la Administración de Bogotá sobre el fallo de la Corte Constitucional que tiene que ver con las localidades?
Antonio Sanguino: Nosotros compartimos el fallo de la Corte Constitucional, estamos además muy contentos porque dejó en firme y declara exequible la reforma al Estatuto Orgánico de Bogotá que aprobó el Congreso de la República, que yo voté positivamente como senador. Lo que dice el fallo es que las modificaciones de las localidades de Bogotá no se pueden hacer por decreto, sino que deben ser el resultado de un proyecto que lleve la Administración para que el Concejo de la ciudad lo discuta y lo apruebe, si es el caso, es un criterio y aclaración que nosotros acogemos y respaldamos. Ahora, ¿por qué la modificación de las localidades está en el decreto del POT?, por una realidad eminentemente legal, no porque así lo quisiera la alcaldesa.
¿Cómo inicia este enredo?
Antonio Sanguino: La Administración presentó un proyecto de modificación del POT al Concejo de Bogotá y en ese proyecto iba incluido un mandato legal que creaban las unidades de planeación local (UPL), -que sustituyen lo que hoy se llaman UPZ- (Unidades de planeación zonal), hoy son más de 130 y quedan reducidas a 33 y, las hacía coincidir con una propuesta de igual número de localidades en la ciudad. El Concejo de Bogotá no quiso votar el proyecto de modificación del POT, se comprometieron en una trapisonda de recusaciones y de acciones legales que impidieron el debate. No fue la Administración la que acudió a ese tipo de maniobras y de leguleyadas sino el propio Concejo, había tres ponencias positivas para el proyecto de modificación del POT; se habían recogido una serie de propuestas modificatorias al proyecto original y, adicionalmente se hicieron varias audiencias públicas pero el Concejo no quiso y eso facultaba a la Administración para decretar el POT, como lo hizo la alcaldesa Claudia López.
Para mayor claridad, explíquenos por favor lo que queda en firme con la sentencia de la Corte
Antonio Sanguino: La Ley 388 establece que cuando se decreta el POT, debe ser el que originalmente se lleva al Concejo y por esto terminó esa disposición de la creación de localidades incorporada en el Decreto, pero muy bien hace la Corte sustrayendo ese asunto, dejando el resto en pie en lo que corresponde al Estatuto Orgánico de Bogotá -es decir- que existan UPL, y que estas deben corresponderse con las localidades, ¿qué más dejó en pie?: qué el compromiso de vigencia futuras cuando son ordinarias, se puedan hacer por el Confis y no a través del Concejo de la ciudad y una serie de disposiciones en general.
Eso quiere decir que el corazón de este debate se encuentra en la modificación al Estatuto Orgánico de Bogotá que aprueba el Congreso de la República y no tanto en el POT, como se le está mirando desde el Concejo.
Antonio Sanguino: El asunto legal del POT está en conocimiento del Tribunal Administrativo de Cundinamarca no en la Corte Constitucional. Esta demanda de inconstitucionalidad que entablaron varios concejales era sobre la reforma del Estatuto Orgánico de Bogotá, una cosa está conectada con la otra.
Entonces en el Concejo están revolviendo peras con manzanas
Antonio Sanguino: Yo creo que algunos concejales no han leído muy bien el fallo de la Corte, yo les sugeriría que hiciéramos un ejercicio de lectura que no cae mal de vez en cuando para que conozcan los alcances del pronunciamiento.
¿Alcanza esta Administración a presentar el proyecto de acuerdo que tiene que ver con el número de localidades, una vez se destrabe el POT en el Tribunal?
Antonio Sanguino: No creo, nosotros nos vamos a ocupar en implementar el POT una vez se descongele, confiamos en que así ocurra para dedicarnos a los asuntos que tienen que ver con el reverdecimiento de la ciudad, la ampliación de la estructura ecológica principal, los usos del suelo, avanzar en una ciudad que disminuya los tiempos entre el lugar de residencia y el lugar de trabajo y estudio de los ciudadanos, en fin, todo lo que trae el POT.
Yo creo que este asunto de las localidades le va a corresponder a la próxima Administración, y tendrá que presentar un proyecto para que estudie el próximo Concejo de la ciudad. Lo que si es claro es que vamos a poner en operación las UPL, que esas sí quedan en pie y estamos facultados para crearlas.
Sí las UPL están sustituyendo a las UPZ ¿por qué en el Concejo insisten que ésta figura crea otras localidades?
Antonio Sanguino: Pues porque no se han leído el fallo, ni se han leído el POT porque como se pusieron a idear trapisondas y crear recusaciones, seguramente no han leído lo que está proponiendo la Administración en esta materia. Mire, tan sencillo como esto, Bogotá hoy tiene UPZ y tiene localidades, tiene más de 100 UPZ y 20 localidades, ahora va a tener las mismas localidades y 33 UPL que reemplazan a las UPZ y eso no implica ni exige un proyecto de acuerdo en el Concejo
¿Qué es mejor ser senador o ser jefe de gabinete de una ciudad que tiene un ritmo de trabajo fuerte?
Antonio Sanguino: Son oficios distintos, yo he venido construyendo una vocación pública que la quiero también poner a prueba en esta nueva responsabilidad, es otro lugar, es otro rol. Algunos dicen que es preferible un centímetro de ejecutivo que 100 kilómetros de legislativo, voy a ver si es cierta esa afirmación