Más que sentir coraje por la censura que nos impusieron algunos miembros del Partido Verde, el pasado 9 de noviembre de 2021 con la aplicación de la ley de bancadas, siento dolor y tristeza porque se están diluyendo los principios que le dieron origen, que moldeamos como un gran sueño en 2010: confianza, pluralidad y democracia deliberativa.
La aplicación de la Ley de Bancadas (Ley 974 de 2005) para la votación del POT en el Concejo de Bogotá, quiere decir que todos los miembros del partido deben votar afirmativamente a la propuesta, votar negativamente podría acarrear sanciones dentro de la colectividad. Lo anterior sin duda alguna, cercena la voz de quienes planteamos dar las discusiones del caso, sobre aquellos asuntos que consideramos pueden cambiarse, mejorarse o simplemente eliminarse en razón de lo que más convenga a la ciudadanía.
Estas decisiones de acallar a la minoría, minan la confianza, pues ésta implica reconocer al otro como un interlocutor válido con todas sus opiniones y creencias, reconociendo la diferencia, abrazándola, dándole un valor preponderante para construir. Y si entendemos la política como una oportunidad pedagógica, en la que las y los servidores públicos tenemos la capacidad de enseñar y, principalmente, de estar en constante aprendizaje, entonces la política debería promover la generación de acciones colectivas en las que, como nos enseñó Antanas Mockus, “todos ponen y todos ganan”.
Es inaudito y reprochable que por medio de una disciplina estalinista se quiera eliminar dicha diferencia frente a un tema tan importante para Bogotá y que con ello se rompa la confianza ¿Cómo restablecer un diálogo con el Partido después de esto? Jamás imaginé que mi propia bancada nos quitara esa posibilidad.
Reconozco en el POT temas claves como la economía del cuidado, sin embargo existen otros asuntos como la plusvalía y el tratamiento a las grandes constructoras que debemos revisar. Aquí se trata de trabajar y discutir lo que sea mejor para la ciudad. Nosotros hemos estudiado estas propuestas y tenemos razones de peso para no estar de acuerdo. Buscamos abrir las discusiones y enriquecer la propuesta pensando en darle un mejor futuro a Bogotá.
Con Antanas Mockus, estamos convencidos de que en la política cuenta tanto el fondo como la forma y que la política es la principal herramienta de transformación pedagógica. La forma resulta fundamental. La manera como se trabajó este POT habría podido darle un lugar mayor a la participación y la pedagogía. Sabemos que este POT no contó con una amplia, eficaz y cualificada participación.
Seguiremos dando el debate; la palabra es el arma más poderosa que tenemos quienes hacemos política, junto con nuestras convicciones y por supuesto, nuestro voto.
Defendemos un #POTSinVetos