Bajo la figura de “sedes sindicales”, en Bogotá, cientos de negocios nocturnos se esconden, utilizando de forma fraudulenta los beneficios y la protección que les otorga la ley, para eludir a las autoridades y esconder actividades como la explotación sexual, venta y consumo de licor adulterado, venta y consumo de estupefacientes, entre otros, denuncia el concejal del Centro Democrático, Julián Uscategui.
“Aprovechándose de la protección legal que cobija a las sedes sindicales, personas inescrupulosas están abriendo rumbeaderos ilegales en la ciudad, escondidos tras una fachada de sindicato, para evadir a las autoridades y realizar todo tipo de actividades contrarias a la seguridad y convivencia en Bogotá” afirmó.
El cabildante expuso que si bien, por ley la figura de un sindicato no puede realizar actividades comerciales, al no poder ser vigilados, inspeccionados y/o controlados por las autoridades distritales ni por Policía Nacional, se han convertido en la manera más eficaz para evadir la ley.
Según la Policía Metropolitana de Bogotá se detectaron 108 bares clandestinos disfrazados de sindicatos. Actualmente, 96 siguen activos.
Las localidades en las que se identificó una mayor presencia de bares disfrazados de sindicatos son Ciudad Bolívar con 18, Antonio Nariño con 10, Chapinero con 10, Mártires con 8 y Teusaquillo con 7.
“Es totalmente impresentable que barrios residenciales deban padecer el funcionamiento ilegal de rumbeaderos y las autoridades no puedan hacer nada. No es calidad de vida vivir entre ruido, alcohol, drogas y prostitución” enfatizó el concejal Uscátegui.
El concejal Uscátegui solicitó a la Alcaldía Mayor de Bogotá trazar una hoja de ruta con el Gobierno Nacional para promover el cierre de los establecimientos y garantizar el cumplimiento de la ley y la calidad de vida de los bogotanos.