Con mensajes de textos a su celular, un comerciante empezó a recibir amenazas que inicialmente pasó por alto, restándoles importancia.
Posterior a esto, los desconocidos le enviaban videos donde mostraban armas de fuego de corto y largo alcance, así como granadas con las que aseguraban, atentarían contra su vida, si no consignaba la suma de 30 millones de pesos.
La víctima trató de seguir evadiendo su atención de dichas amenazas, sin embargo, su preocupación se encendió cuando en uno de esos mensajes, le enviaron la foto de su esposa, quien se encontraba en estado de embarazo y señalaban que ya la tenían identificada para agredirla.
Ante esto, el ciudadano denunció ante el GAULA de la Policía, quienes de inmediato desplegaron las actividades de investigación que, a su vez, dejaron al descubierto una segunda víctima, la propietaria de una panadería, que al parecer estaba siendo extorsionada por los mismos sujetos, exigiéndole la suma de 10 millones de pesos.
Con ambas denuncias y las pruebas que lograron recopilar, los funcionarios del GAULA establecieron un plan de captura, que consistía en el pago de una parte de la exigencia, para lograr la captura en flagrancia.
Es así como lograron sorprender a dos ciudadanos extranjeros, momentos en que pretendían cobrar el dinero, a través de una empresa de giros.
Los hombres de nacionalidad venezolana, fueron dejados a disposición de la justicia, por el delito de extorsión agravada y un juez los cobijó con medida de aseguramiento.