Claudia López una mujer progresista que sedujo a un sector importante del electorado Bogotano, con un discurso que aparentaba ser coherente, y con las banderas de la anticorrupción como pilar fundamental de su carrera política; hoy se ha desmoronado, se ha desdibujado, y se ha puesto en evidencia. Bogotá le ha quedado grande, la ciudad atraviesa la peor crisis socioeconómica, pero la alcaldesa no despierta de su letargo.
La forma en como ha pretendido que se apruebe un POT con objetivos inviables, acudiendo a un sistema burocrático y clientelista, resulta vergonzoso para la política que lideró una consulta anticorrupción que le costó al Estado más de 3.000 millones. Después de las declaraciones de Martín Rivero, en las que presuntamente le ofrecieron prebendas, y de tres concejales más del Partido Verde, que se revelaron frente a un POT que en la práctica es nocivo al medioambiente y a espacios importantes de la ciudad, para favorecer intereses privados y personales; queda claro que López utiliza su fuero y su poder para lograr su próxima conquista, y no en mejorar los indicadores socioeconómicos que hoy tienen a Bogotá sumergida en el caos.
El POT de Claudia López no solo tuvo oposición entre los Verdes, también, el Gobierno Nacional hizo serias observaciones que transcienden las preocupaciones ambientales, y plantea las dificultades para las clases más desfavorecidas el acceder a una VIS, o incluso poder construir la suya propia si el POT se aprueba.
En la misiva que le envío Malagón acertadamente plantea que “Restringir la ubicación o las características de la vivienda VIS, incluyendo su área, involucra un riesgo de agravar la segregación socio-espacial”. A la alcaldesa la soberbia la obnubila, le impide reconocer sus errores y por el contrario, se impone a cualquier costo ¿cederá López ante las presiones y reformulará el POT? El concejo de Bogotá tendrá hasta el ocho de diciembre para aprobar o denegar el proyecto, la ley de bancada aunque se considere como una forma de beta o censura frente a la heterogeneidad, es legítima; lo que garantiza un sí al POT por parte de los Verdes.
Un proyecto muy cuestionado que ha puesto en evidencia los intereses politiqueros de López, y en el que no ha contado con el apoyo de los integrantes más comprometidos con las banderas de su partido. El POT diseñado por el equipo de López tiene un futuro incierto, ha tambaleado en un amplio debate que se ha desarrollado desde hace meses, y las posibilidades de que sea aprobado no están muy determinadas.
Ni con lágrimas ni con discursos se gobierna, y hasta ahora ese es el espectáculo que López le ha ofrecido a los ciudadanos, la ciudad más grande del país necesita un liderazgo sereno y firme, razonable y capaz, pero López no ha demostrado tener esas cualidades. Ser mujer, lesbiana y doctora, parece no alcanzarle, y fue uno de los factores por el que los bogotanos la eligieron ¡Se equivocaron!, lo dicen las encuestas de Invamer que hoy la posicionan con más de un 60% de desfavorabilidad entre los ciudadanos. Claudia López demostró ser una politiquera más.