Durante un debate de control político llevado a cabo este lunes en el Concejo de Bogotá, el concejal Marco Acosta encendió las alertas sobre el delicado estado financiero y operativo del sistema TransMilenio, haciendo especial énfasis en el fenómeno creciente de evasión del pago del pasaje, que se intensifica durante los fines de semana.
De acuerdo con el más reciente Informe de Evasión en el Componente Troncal de TransMilenio 2024-1, los domingos y festivos concentran el 24,40% de los casos de ingreso irregular al sistema, mientras que los sábados registran un 19,25%. Estas cifras evidencian que los fines de semana representan los picos más altos de evasión, en comparación con los días hábiles.
“Este comportamiento evidencia una tendencia sistemática de evasión en los días donde hay menor presencia institucional o control operativo, lo que requiere una respuesta estructural y no solo medidas reactivas”, advirtió el concejal Acosta durante su intervención.
El cabildante llamó la atención sobre la necesidad de fortalecer los mecanismos de control, mejorar la vigilancia y repensar la operación del sistema los fines de semana, cuando la supervisión disminuye y la evasión aumenta. También instó a la administración distrital a implementar estrategias sostenibles que no solo persigan al evasor, sino que aborden las causas estructurales de esta problemática.
El debate continuará en las próximas sesiones del Concejo, donde se espera que la administración presente propuestas concretas para enfrentar este desafío creciente.
Las tres estaciones con mayor número de evasiones en el pago del pasaje son: Calle 6 con el 35,12%
Estación F (Calle 13) con el 34,18% y Estación H (Caracas Sur) con el 27,88%.
En cifras, la evasión le costó al sistema en 2024 más de 262 mil millones de pesos, con un promedio diario de 719 millones de pesos en pérdidas. La modalidad más común fue el ingreso indebido por los torniquetes (6,68% del total), seguida por la entrada por los laterales (5,27%).
Frente a esta realidad, Acosta también cuestionó el desangre presupuestal que representa el Fondo de Estabilización Tarifaria (FET), el cual para el 2025 está proyectado en 3,1 billones de pesos, lo que representa cerca del 10% del presupuesto de la ciudad. Actualmente, la tarifa pagada por los usuarios cubre apenas el 45% del costo operativo, obligando al Distrito a cubrir el restante 55%.
“La situación es insostenible. El FET se volvió una arteria rota por donde se drenan los recursos de la ciudad. Estamos subsidiando un sistema que pierde más de un cuarto de billón al año solo por colados”, enfatizó Acosta.
Por último, el concejal alertó sobre el creciente descontento ciudadano con el sistema: solo el 35% de los bogotanos se sienten satisfechos con Transmilenio, mientras que medios alternativos como la motocicleta (88%) y la bicicleta (81%) gozan de una mucho mejor percepción. Para trabajadores con salario mínimo, el costo del transporte representa cerca del 11,69% de su ingreso mensual, lo que en palabras del concejal significa que “en Bogotá, trabajar cuesta”.

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