Desde el Concejo de Bogotá se escuchan voces que piden claridad al Ministerio de Defensa y a la Secretaría Distrital de Seguridad y Convivencia, sobre la posible presencia de estructuras de grupos ilegales como las Autodefensas Gaitanistas Colombianas y las disidencias de las Farc en la capital del país.
Lo anterior, luego de que aparecieran letreros en las localidades de Tunjuelito, Usme y Suba, alusivos al Clan del Golfo y se denunciara además pancartas con propaganda de las disidencias de las Farc.
Al respecto, el concejal del Centro Democrático, Javier Ospina, considera que es responsabilidad tanto del Ministerio de Defensa como de la Secretaría de Seguridad y de la Dirección de Inteligencia, aclarar cualquier duda sobre este asunto y decirles a los bogotanos que está pasando con esas organizaciones delincuenciales independientemente de donde operen o de donde vengan, además de revelar sus organigramas y el objetivo con el que estarían llegando a la capital del país.
La concejal del Nuevo Liberalismo, Marisol Gómez, no descarta la posibilidad de que sea cierto la existencia de estas organizaciones en Bogotá, porque para ella, “podría corresponder a una presión para que se les otorguen mayores beneficios en los proyectos de ley de sometimiento a la justicia”.
Por su parte la concejal Lucía Bastidas, recordó que en el pasado se han emitido alertas tempranas que advierten sobre la presencia de estas estructuras en la ciudad e invitó al Distrito y a la Nación a revisar el tema con detenimiento.
El concejal Juan Javier Baena, no desestima la presencia de estas organizaciones ilegales en Bogotá y dice que los carteles y grafitis pueden corresponder a una estrategia de atemorización a la población por lo que invita a las autoridades a analizar muy bien el tema.
Por último, el concejal Rafael Humberto Amín, pidió a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López sentarte a estudiar esta denuncia junto con el ministro de Defensa y las cabezas del Ejército y la Policía, antes de negar o descartar la posibilidad de que estructuras ilegales estén en Bogotá.