Diego Cancino Martínez es un fiel seguidor de la filosofía, visión de país, de respeto por los recursos públicos y de cero violencias que ha enseñado el exalcalde de Bogotá y hoy senador de la república Antanas Mockus, a quien conoció mientras cursaba sus estudios profesionales en la Universidad Nacional.
El puesto No 1 en la lista de candidatos al Concejo de Bogotá lo obtuvo como fruto del trabajo que desde entonces ha venido a realizando, primero dentro del equipo de trabajo del exalcalde Mockus y más adelante como asesor de la excongresista Ángela María Robledo.
Su primer acercamiento a los procesos de participación ciudadana que se viven en el país, lo hizo a los ocho años de edad, cuando en medio de un desfile de inauguración del Festival Iberoamericano de Teatro, se acercó a unos jóvenes que protestaban contra la multinacional petrolera Occidental (OXY) por los trabajos de explotación que realizaban en territorio indígena de los U wa, y su primer proceso político lo realizó en el colegio Italiano Leonardo Da Vinci cuando fue elegido personero estudiantil.
Su madre, la señora Martha Martínez tiene claro que su hijo es un ser demasiado sensible. Con sonrisa en su rostro recuerda la ocasión en que Diego con siete años de edad, regaló el billete con el que iba a comprar los ingredientes de la cena a una amiga y vecina que no tenía para acudir al odontólogo por un fuerte dolor que le estaba causando una muela. Esa y dos noches más, tanto el, sus hermanos y su mamá, aunque no pasaron hambre, si tuvieron que vivir con escasos alimentos, pues era con lo único que contaban, mientras su padre, el señor Miguel Cancino regresaba de un viaje de trabajo.
La travesura de Diego, hoy es recordada con mucha emotividad por sus padres, porque a partir de ese momento comprendieron que había traído al mundo a un ser demasiado sensible, hecho por el que sienten bastante orgullo, recordando además que a pesar de que su hijo practicaba yudo, nunca se defendió ante las agresiones de sus compañeros del colegio y del barrio, quienes constantemente lo violentaban. “siempre me respondía que la violencia no traía nada bueno”, asegura su madre.
Con sus hermanos Rodríguez y Melisa tiene buenas relaciones, aunque no faltaron los conflictos en el diario vivir en una familia por la diferencia de sus temperamentos. De pequeño vivió en el barrio Las Villas en Bogotá de donde se traslada al municipio de Chía, para luego vivir en el barrio Santa Bárbara y más adelante se va pasa junto con su hermano al Parque Central Bavaria.
Al conocer a Mockus se une al grupo de jóvenes del colectivo Conciencia Ciudadana en la Universidad Nacional e ingresa a trabajar en la política electoral en medio de la campaña de 2006, desde la idea del exalcalde de crear una lista propia al senado y la cámara de representantes por el movimiento político Visionarios, que además respaldara su aspiración a la presidencia de la república.
Trabaja en Corpovisionarios en el Observatorio de Cultura Ciudadana y en 2010 es invitado por Mockus para ser su secretario privado en campaña presidencial y participa además en lo que se conoce como la Ola Verde. En 2010 comienza a trabajar con Ángela María Robledo y es entonces cuando se motiva a participar en la política electoral.
Diego es una persona con quien se puede pasar horas y horas conversando e intercambiando ideas sobre cultura y participación ciudadana asegura el actor de televisión y teatro Nicolás Montero, con quien tiene una fuerte amistad, que parte de los momentos de trabajo y reflexión alrededor de las enseñanzas de Antanas Mockus.
Nicolás Montero lo ha visto llorar y reír en medio de las extensas tertulias en las que participan bien sea en medio de un café, de una copa de vino o whisky. También le ha invitado a no desfallecer en el intento porque se busque reeducar a la sociedad colombiana.
Se identifica con la candidata a la Alcaldía de Bogotá Claudia López en su lucha contra la corrupción y le admira por la fortaleza con la que asume los retos de la vida.
Diego busca una curul en el Concejo de Bogotá en la lista de la Alianza Verde, desde donde quiere promover una mayor divulgación e implementación de una cultura ciudadana que haga del comportamiento de los bogotanos, la base para un cambio del modelo de ciudad que, según él, Bogotá necesita.