Bogotá ha sido pionera en el país en implementar acciones para mejorar las condiciones atmosféricas y así proteger la salud de las personas, especialmente de la población más vulnerable (adultos mayores y niños). Para la Administración de la alcaldesa Claudia López, la calidad del aire es una prioridad, por eso ha venido trabajando para consolidar la Gobernanza del Aire y atender de forma diferenciada la calidad del aire.
Respirar un mejor aire es un pilar fundamental, por eso, el Plan Estratégico para la Gestión Integral de la Calidad del Aire es una de las metas más ambiciosas, que ya está en curso y en la que se trabaja con ciudadanos, colectivos, academia, el sector productivo y entidades distritales y nacionales, para implementar acciones que reduzcan la contaminación.
“Hemos sido enfáticos en reconocer este tema como la principal problemática ambiental de la ciudad, en ese sentido, cualquier llamado a que trabajemos juntos para mejorar el aire que respiramos es bienvenido. Siempre agradecemos a las organizaciones como Greenpeace o cualquier red ciudadana por llamar la atención con su campaña sobre la problemática de la calidad del aire”, indicó, la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
La Administración distrital siempre ha sido respetuosa con el pensar de los ciudadanos, academias y demás organizaciones que se preocupan por la calidad del aire, y ha estado presta a escuchar sus opiniones y preocupaciones en esta materia. Por tal motivo, la Secretaría de Ambiente rechaza las afirmaciones realizadas por la campaña de la organización Greenpeace, en las que cuestiona la eficiencia del sistema de monitoreo de calidad del aire de Bogotá.
“Desafortunadamente, la campaña de Greenpeace tiene algunos errores conceptuales que pueden generar confusión dentro de la ciudadanía. La principal observación que hace el estudio sobre el cual basa Greenpeace su campaña es una que, de hecho, es muy importante, y es que hay que reconocer no solamente el problema de las concentraciones de los contaminantes del aire en Bogotá, sino también la exposición, los momentos y las emisiones a las cuales estamos expuestos los ciudadanos. Además, el estudio solo reconoce 13 de las 20 estaciones con las que hoy contamos. Estamos trabajando en metas muy ambiciosas para mejorar las condiciones atmosféricas”, agregó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
Para la Administración es clara la necesidad de afrontar de forma diferenciada los problemas de contaminación del aire, en particular en el suroccidente de la ciudad, zona con mayores concentraciones diarias y anuales. Por ello, la meta es reducir un 18 % la concentración anual en esta zona, y en las del resto de la ciudad, un 5%, para así lograr un 10 % ponderado como meta global.
Así mismo, la Administración mantiene el compromiso de trabajar con los diferentes actores de la sociedad los problemas de contaminación del aire, en particular en el suroccidente, que es la zona con mayores concentraciones diarias y anuales.
Las estaciones de la Red de Monitoreo de Calidad del Aire de Bogotá y los equipos del sistema de vigilancia cumplen con los estándares internacionales y aplican los procedimientos para garantizar la veracidad de los datos que se publican en tiempo real en los distintos canales de la entidad.
“El sistema de vigilancia de calidad del aire de Bogotá es uno de los más avanzados de la región y, sin duda, de Colombia. Se construye sobre la base de los lineamientos y los estándares internacionales establecidos por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) reconocidos en la norma nacional. Causar desconfianza en que la red muestra datos engañosos es un error, no nos ayuda a avanzar en una mejor calidad del aire y genera desconfianza en una red que es excelente”, puntualizó la secretaria Urrutia.
De otro lado, la ubicación de las estaciones de la Red de Monitoreo obedece a los criterios de diseño para el monitoreo ambiental establecidos por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, por lo que la altura de las estaciones es la recomendable para la toma de muestras a escala urbana, entre 3 a 15 m, lo que permite tener un “campo de visión” más amplio.
La Secretaría de Ambiente, en conjunto con la Mesa Técnica y Ciudadana por la Calidad del Aire de Bogotá (Mecab) y la Red de Expertos de Calidad del Aire, han entablado un diálogo constante, al que invita a Greenpeace y a cualquier organización interesada en participar y promover una construcción colectiva.
“Hemos estado trabajando en un sistema de microsensores o sensores de bajo costo que nos permite tener lecturas más precisas y de puntos específicos de la ciudad (…) Esta información será muy importante para conocer la exposición que no confronta sobre la base en que está construido nuestro sistema de vigilancia. Hacemos un llamado a todas las organizaciones a participar de los diálogos constructivos que tenemos con los diferentes actores”, afirmó la secretaria de Ambiente.
El Distrito ha venido trabajando en diferentes frentes para cumplir las metas de reducción de concentraciones: iniciativas de ciencia ciudadana, la renovación del IBOCA, el fortalecimiento del protocolo de emergencias, la implementación del Plan Aire, el programa de reducción de emisiones del transporte de carga, la implementación del Plan de Intervención de la Zona Suroccidente y la integración de acciones con la región son algunas de las estrategias para alcanzar los objetivos.
La Administración está abierta a facilitar los procesos de investigación e invita a las entidades interesadas en la calidad del aire a trabajar juntas, como se ha venido realizando con los colectivos, la academia, sector público y privado y la ciudadanía en lograr un mejor aire para Bogotá.
“La ciencia ciudadana es esencial y será un complemento importante que construye sobre la base de nuestra red para que, así, podamos tener información que se complementa y en ningún sentido se contradiga. En ningún momento engañamos a la ciudadanía”, concluyó la secretaria Carolina Urrutia.