“Si la cura del capitalismo es el socialismo, cambiaríamos una sanguijuela, por una plaga vampírica” LGCN
Cuando las personas y especialmente los comerciantes de la ciudad de Bogotá se me acercan y no precisamente Arturo Calle, o Sarmiento Angulo, sino el tendero, el dueño de la miscelánea, el zapatero, el expendedor carne, el propietario del Gym, del restaurante, de las discotecas y de los bares o gastrobares, en fin todo aquel pequeño y mediano comerciante, llegamos a la conclusión que la alcaldesa Claudia López ni trabaja ni deja trabajar quien vive de la improvisación, el ego, la arrogancia, la victimización, la demagogia populista y el culpabilismo, es decir, es una política que a diferencia de sus antecesores no hace nada y culpa a todos.
Pero la culpa no es exclusiva de la Alcaldesa, ¡no señor!, el autonombrado Comité de Paro y Gustavo Petro tienen la otra parte de la responsabilidad en el quiebre de la economía y del sector comerciante formal, pues desde el año 2019, con o sin pandemia del Coronavirus, continuando en 2020 y el 2021, se han encargado de sabotear, y entorpecer la labor del sector productivo, comercial o abastecimiento de las ciudades principales: Bogotá, Medellín, Cartagena y Cali para que con la excusa tergiversada, alterada y contaminada de la protesta social quiebre a la clase media que intenta sobrevivir y de los pobres que quieren trabajar.
Nadie está en contra de las reivindicaciones sociales o la protesta social, antes la apoyo, pues es la única forma de reclamar por otras vías los derechos y garantías de los ciudadanos; el problema es cuando se usa como arma política, incitadora de la violencia y para el trámite de agendas ocultas, jodiendo a los demás ciudadanos como si los otros no tuvieran derechos, como el derecho a la movilización, para poder llegar a sus trabajos y volver a casa, o el de propiedad, que no le destruyan su negocio o sus bienes que les ha costado tenerlos, o el derecho a la vida e integridad física y la gran ironía reclaman empleo, pero afectan el empleo a todos los demás.
Es claro que la pandemia cambio las reglas de juego, que muchas empresas se fueron a pique y que el sector bancario para nada colaboró, ni detuvo el cobro de deudas, sólo extendió plazos porque ellos jamás comprendieron, ni quisieron comprender lo que pasaba a su alrededor y si no pregunten en la Rama Judicial la cantidad de procesos Ejecutivos, Hipotecarios, que cursan después de la primera oleada de la pandemia, pero a diferencia de la izquierda ellos no entraron a quebrar la economía en principio, y aclaro no los estoy defendiendo. Pues como lo digo públicamente “A los bancos no les perdono ni que se les caiga una hoja del papel al piso.”
Por otro lado, verdes sucesores del M-19, Farc, decentes y progresistas diferentes nombres pero una misma máscara la izquierda, su interpretación de defender derechos es quebrar a la restante comunidad que para su sátira son la mayoría, y culpar a otros: la Alcaldesa a Duque, Petro a Uribe, la izquierda a la derecha, Catherine Juvinao a las Águilas Negras o chulos blancos, Camila Zuluaga a Cabal, y así sucesivamente, pues “para la izquierda no existen reivindicaciones de derechos sino imponer agendas contra el resto del espectro ciudadano” LGCN y en el proceso son los que originan el problema, para luego salir con soluciones mesiánicas y dañinas como imprimir más papel moneda para pobres como dijo Petro, ¡claro! eso nos llevaría a la inflación como en Venezuela o la Gran Depresión de 1929, y pueden preguntar si no creen.
Aún recuerdo los Sandresitos y San Victorino rogando para que no continuara el paro del 2019, y la izquierda incentivando movilizaciones en las cuales los vándalos tienen el derecho bizarro del trabajo a pintar, romper y saquear todo y en los años 2020 y 2021en los que regidora autorizó cuanta marcha le pidieron, no importaba el motivo sea LGBTI, estudiantil, ambientalista, animalista, antitaurina, vegana, Fecode, sindicalista, Feminazi, proabortista, proideología de género, falta la extraterrestre, hasta reunión de hinchas de futbol, y se supone que estamos en distanciamiento social, autocuidado, #DobleMoral.
A Claudia López no le ha importado la pandemia sólo aumentar el contagio, para luego salir en Caracol Noticias a exculparse, rasgarse las vestiduras, hacerse la víctima, evadir las preguntas puntuales y contundentes de la economía y el comercio sin ventas, los empleados sin salario o trabajo, ¿Quién va a comprar si existen marchas? ¿será que manteniendo negocios cerrados no se quiebra a la gente? ¿Cómo los pequeños empresarios, la clase media o los comerciantes van a pagar salarios o prestaciones si entre paros y cierres no les entra dinero? La Alcaldesa no se hace esas preguntas porque no gobierna, sólo impone la dictadura con la excusa del Covid -19.
El aniquilamiento del Comercio gracias a los divos Claudia López y Gustavo Petro es palpable, defienden el derecho de la protesta social con fiereza, no importando si en el proceso destruyen con el vandalismo Cais, comercios, viviendas y siembran la zozobra en la ciudadanía, pero cuando se requiere aplicar las reglas y los protocolos del Coronavirus, son los primeros en redes, (Petro) o con la ambivalencia de la alcaldesa, que los exigen #DobleMoral. “Nadie más aguerrido para defender los derechos humanos que un comunista, socialista o progresista cuando NO está en el gobierno y nadie más cruel para violarlos que uno de ellos cuando está en el poder” Julián José Arriojas
Es evidente por ejemplo la obsesión y el fanatismo para acabar el comercio de Bogotá, primero le exigen que tengan todos los elementos de bioseguridad, que implica una inversión considerable y luego con sus cierres no les permite ni trabajar o laboran a medias, ¿así cómo pagan sueldos?. Para luego decir que los elementos comprados no sirven para combatir el Coronavirus, como dijo el influencer Josías Fiesco “acabar empleos no acaba los contagios” ¡Ahh! y si la clase media y comerciante le protesta para eso si sirve el Esmad.
Además la alcaldesa incentiva la informalidad, al estar los negocios cerrados sea por las marchas, la pandemia, se premia consciente o inconscientemente al vendedor informal, claro el tipo tiene derecho a trabajar, pero el pequeño y mediano comerciante queda sólo, pues ellos tienen que responder por salarios, arriendos, impuestos, deudas ante los bancos y tampoco ayuda la inseguridad en las calles donde gracias a la izquierda y sus falsos alcaldes independientes #NosEstanMatando #NosEstánMasacrando sin economía o siendo permisivos para que nos quiten la vida.