El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, manifestó su desacuerdo con el interventor del Gobierno Nacional quien terminó unilateralmente el contrato para la recuperación del San Juan de Dios. Según el mandatario local, “pone en riesgo la salud de los bogotanos y el patrimonio de la ciudad”.
“Esta decisión no protege la salud de los bogotanos. Al contrario, pone en riesgo la prestación del servicio de salud, la estabilidad del Sistema Distrital de Salud, e impide la recuperación del San Juan de Dios, ordenada en varias sentencias en los últimos años”, dijo el alcalde.
Galán recordó que actualmente existen dos tribunales de arbitramento sobre el contrato, orientados a defender los intereses de Bogotá y de la Nación, cuya estrategia, según él, “se ve gravemente afectada con la terminación unilateral. Estos procesos, en conjunto, tienen pretensiones que ascienden a más de 100.000 millones de pesos”.
El alcalde Galán solicitó a la Procuraduría General de la Nación y a la Contraloría General de la República que verifiquen si la decisión adoptada respeta la moralidad administrativa y protege el patrimonio público. Además, instó a las Secretarías de Salud y Jurídica a evaluar las acciones administrativas y judiciales pertinentes en relación con la motivación y competencia del agente interventor para tomar dicha decisión.