Desde hace meses, el Gobierno Nacional y la Policía Nacional han desarrollado una serie de actividades que dicen llevarán a implementar un proceso de transformación de la Policía. Uno de los objetivos de este proceso consiste, según el Director General de la Policía, aumentar la confianza hacia la institución. Todo este proceso podría caer a la borda si el General Eliécer Camacho Jiménez sigue en la comandancia de la Policía Metropolitana de Bogotá.
La semana pasada se conoció la noticia que, durante la audiencia de imputación de cargos contra el General (R) Francisco Patiño por ocultar el homicidio del graffitero Diego Felipe Becerra, el entonces Coronel Camacho Jiménez ubicó, contactó y entrevistó al conductor de una buseta de servicio público, quien realizó una falsa denuncia para ocultar el homicidio del joven graffitero. El fiscal del caso agregó que las actuaciones del entonces Coronel Camacho Jiménez tenía “la finalidad de respaldar la imagen de su institución y de su superior jerárquico, como también favorecer en las investigaciones al patrullero Wilmer Alarcón Vargas y a otros oficiales involucrados en la adulteración de la escena de los hechos.”
A pesar de que al General Camacho todavía no se le han imputado cargos, el anuncio del rumbo que tomó la investigación es delicada. ¿Qué mensaje se le envía a la familia de Diego Felipe Becerra, a las demás víctimas de violencia policial y a la sociedad? Mantener en un cargo tan sensible a una persona sobre la que recaen este tipo de señalamientos revictimiza. Si en ese entonces, siendo Coronel y director de la Sijín en Bogotá, ¿qué podría pasar ahora que el señor Camacho es General y director de la Policía Metropolitana?
Según el artículo 218 de la Constitución Política, a la Policía le corresponde mantener las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas. El artículo 2º de la Ley 62 de 1993 establece que la actividad policial es eminentemente comunitaria, preventiva y educativa. En ese sentido, considero que los y las policías son “ciudadanos formadores de ciudadanos”, son responsables de transformar los conflictos de manera no violenta y deben actuar dando ejemplo. La comandancia del General Camacho es contraria a este propósito, según la Fiscalía, actuó de manera delictiva para mantener en la impunidad un homicidio perpetuado dentro de la institución. ¿Qué clase de ejemplo es?
El Presidente de la República y el Ministro de Defensa están en mora de pronunciarse. De ellos depende que el General Camacho siga en la comandancia de la Policía Metropolitana y de ellos depende la credibilidad de su proceso de transformación de la Policía. Por esta razón, les solicité formalmente, a través de un derecho de petición, la separación del cargo del General Camacho Jiménez.
El Congreso de la República debe aprovechar esta situación para revisar con lupa los proyectos de reforma a la Policía y debe darle celeridad al proyecto de reforma ciudadana, construida colectivamente con 45 organizaciones de derechos humanos y colectivos de víctimas. Este es un paso para garantizar el derecho a la no repetición de los hechos.