Confidencial Colombia | Esta semana nueve de los diez precandidatos a la Alcadía de Bogotá se dieron cita en el Gran debate sobre seguridad, convivencia y cultura ciudadana que organizó este medio en conjunto con la Universidad Central.
Uno de los precandidatos que participó en el evento, fue Luis Ernesto Gómez, del movimiento Activista, una colectividad que surgió luego de las elecciones presidenciales de 2018 y que congrega a varios que como Gómez militaron en el Partido Liberal, pero también a otros activistas políticos, ambientales, sociales, entre otros.
Pero Gómez no subió solo al escenario, lo acompañaba un peculiar reloj que marcaba una cuenta regresiva.
Con el desarrollo del debate, y ante la incógnita que generaba entre los asistentes aquel extraño artefacto; el precandidato explicó la poderosa razón por la que carga el reloj a todas partes y lo caótico que se tornará el mundo cuando la cuenta regresiva del aparato llegue a cero.
“Este reloj marca el tiempo que nos queda hasta el año 2030: 10 años, 6 meses, 15 días y algunas horas. Es el punto de no retorno”, sentenció.
De acuerdo con Gómez, para esa fecha se estima que Bogotá viva una crisis ambiental sin precedentes, sino se toman desde ahora las decisiones pertinentes y responsables en torno al relleno de Doña Juana.
Gómez también sentenció que, “según pronósticos del Acueducto, el crecimiento demográfico y las tendencias del cambio climático”, para el momento que el reloj llegue a cero, “en Bogotá tendremos un millón de bogotanos sin acceso a agua potable como está pasando en ciudad del Cabo o aquí cerquita en Santa Marta”
Asimismo, el precandidato a la Alcaldía señaló que, el reloj marca también la llegada del momento donde ya no habrá 700.000 personas enfermas por la calidad del aire en Bogotá, sino el doble.
Por ello, Luis Ernesto Gómez instó a la ciudadanía a cobrar conciencia en torno a los problemas que plantea en cambio climático en la ciudad.
“¿Cuál es el enorme desafío en colegios, en educación?, cobrar conciencia sobre este enorme reto que tenemos y empezar la transición ahora. Es ahora o nunca. Y entender que la sostenibilidad no es un problema sobre proteger el agua y el árbol; es la mejor oportunidad de negocio y de desarrollo que puede tener una ciudad”, concluyó Gómez.