Los concejales de Bogotá se mostraron bastante incómodos por las nuevas condiciones en que el Programa Concejo Como Vamos impuso para otorgar la calificación correspondiente en el marco de la veeduría y seguimiento que realiza a la gestión de la Corporación año tras año.
Parte de la molestia de los concejales es motivada por la manera como Concejo Como Vamos calificará la puntualidad en las diferentes sesiones de comisiones y plenaria.
“La variable Puntualidad tiene un peso de 40% del componente y se mide por el indicador Hora de llegada al recinto de la sesión, que tiene el mismo peso. Para Concejo Cómo Vamos es importante promover la puntualidad porque con ella la
corporación puede ser más eficiente en el manejo del tiempo”, argumenta la nueva metodología de medición para el período 2024 – 2027.
Ante esta nueva realidad, algunos concejales levantaron la mano en las recientes sesiones de la plenaria para sentar su voz de protesta, porque según ellos, esto los obligaría a ejecutar lo que ellos llaman como “hora nalga”, que es la manera como califican a la posibilidad de estar sentados en sus curules desde el inicio hasta el final.
Curiosamente quienes integran el nuevo Concejo de Bogotá manifestaron su molestia porque esta veeduría elevó el porcentaje de calificación (40%) para que hagan el registro a la hora que se cita y no a la mitad de la sesión o 5 o 10 minutos antes de que la plenaria o comisión se termine y se obligue al Distrito a pagar el día.