De manera muy tímida la alcaldesa de Bogotá aceptó el acompañamiento de militares a la seguridad de Bogotá, lo que me parece un tanto equivocado, porque se necesita de la acción decidida del Distrito para que el Ejército Nacional ayude a reducir los índices de violencia urbana en la capital, por supuesto con la vigilancia ciudadana y los órganos de control para que no se cometan excesos.
Ya está más que comprobado que el número de efectivos de la Policía en Bogotá no da para contrarrestar tantos hechos violentos en la ciudad y la promesa de que llegarán 1500 uniformados más, se demora unos mesecitos más y la capital del país no puede continuar en este desmadre de inseguridad. Algo se debe hacer.
Tampoco se trata de maquillar la presencia de la Policía con auxiliares bachilleres como la han hecho administraciones anteriores, porque estos no están capacitados para enfrentar una delincuencia propia de la ciudad, más otra de carácter extranjero mucho más violenta. Para esto se requiere de efectivos que ayuden en esta labor.
Es claro que aquí la mejor solución que se puede brindar mientras llegan estos efectivos que se prometieron para Bogotá, es la ayuda del personal del Ejército Nacional que no solo cuentan con el entrenamiento necesario, sino que además tienen el respeto de la ciudadanía, el mismo que la Policía se ha hecho perder por cuenta de los abusos en los que han caído algunos de sus miembros.
Los hechos de inseguridad en Bogotá tienen desesperados a sus habitantes que ya se atemorizan cuando una moto o bicicleta se les acerca y que además salen de sus casas con el temor de que les disparen por robarles el celular. A la capital del país se la está tomando el miedo porque unos cuantos delincuentes andan por las calles, sin el temor de que se les capture porque saben que muy posiblemente los jueces con alguna leguleyada, les darán la boleta de salida para que hagan de las suyas en las calles y avenidas de la capital.
Por lo anterior, la alcaldesa debe dar la orden para que la Policía Militar o efectivos del Ejército Nacional, ayuden patrullando a la ciudad en su totalidad durante las 24 horas y no únicamente en las horas pico, porque es claro que la delincuencia ataca en cualquier hora del día o de la noche. Me sorprende que la alcaldesa no lo sepa.
Muy seguramente el círculo de amigos de la mandataria distrital no estará de acuerdo con la presencia de militares en las calles, pero que pena alcaldesa, no son ellos quienes se ven expuestos a la inseguridad de todos los días, son los ciudadanos de a pie, que deben subirse a un TransMilenio o que tienen que caminar por calles y avenidas que no cuentan con buen alumbrado público, en quienes hay que pensar.
Mi consejo alcaldesa Claudia López, es que militarice la ciudad sin titubeos.