Iván Eduardo López Vélez era de los niños en el barrio Cedritos que iba de casa en casa invitando a sus amigos para para jugar en su cuadra a la Lleva, Yermis, El Ponchado, la Golosa, etc., hoy los busca con la idea lograr su apoyo para ganar las elecciones y obtener una curul en el Concejo de Bogotá, y así, apoyar a una ciudadanía emprendedora.
Empresario de 41 años de edad de raíces risaraldenses. Llegó a Bogotá a los 5 años de edad, traído por sus padres Eduardo López y Marta Vélez. Es el mayor en un grupo de tres hermanos, a quienes debían mantener ocupados por ser demasiado hiperactivos. Durante el día, luego de llegar del colegio eran cuidados la mayor del tiempo por María, quien se encargaba de ellos mientras sus progenitores trabajaban en sus labores, su papá como mercadotecnista y psicólogo y su madre como bacterióloga.
Su liderazgo fue notorio entre sus hermanos, a pesar de que estos también fueron demostrando que podían dar rienda suelta a sus iniciativas. De pequeño integró la junta de acción comunal del barrio haciendo parte del consejo de niños, en donde aprendió que la única manera de lograr grandes cosas es trabajando en equipo, enseñanza que aplica en cada cosa que hace en su diario vivir.
En su infancia no faltaron las travesuras, que eran muy frecuentes, al ser un niño demasiado inquieto. Lo regañaban mucho, -tanto en el colegio como en su casa- por todas las pilatunas que hacía, como adueñarse de la cancha del colegio deteniendo un partido de futbol de los más chiquitos. Amante de la naturaleza, hizo parte de los boys scouts, actividad que alternaba con sus estudios de primaria y bachillerato.
Al terminar la secundaria inicia estudios de Administración de Empresas en el Politécnico Gran Colombiano y viaja a los Estados Unidos para estudiar inglés en Broward Community College y adelanta algunas materias de su carrera en Florida Atlantic University. Cuando regresa al país, termina su profesión y contrae matrimonio con Ángela María Figueroa, su amiga, compañera y madre de su único hijo, Juan Martín.
Siempre ha tenido claro su deseo de emprender proyectos que le permitan demostrar su capacidad laboral e intelectual, buscando siempre la manera de liderarlos, lo que le motivó a dar rienda suelta a sus propias iniciativas, una de ellas, la firma Impacto, Publicidad y Eventos, que mantiene al día de hoy, la que le sirve como ejemplo para demostrar que cuando se quiere, -a pesar de las dificultades-se puede.
Han sido tanta las ganas que tenía de emprender su propio negocio, que ha resistido a grandes crisis de tipo económico, sin considerar la idea de retroceder y es en esto en lo que se identifica con Miguel Uribe Turbay de quien comparte el lema “Avancemos”. De esto dan fe tanto su esposa Ángela María, como su gran amiga Catalina, quien le conoce desde los 12 años y le ha dado su respaldo y apoyo moral en todo lo que ha querido emprender, calificándole como una persona bastante perseverante, por lo que no se le hace extraño que ahora busque llegar a la política.
Catalina le ha visto en las buenas y en las malas, dándole su amistad, afecto y cariño en momentos de estrechez económica y de éxitos laborales.
Iván tiene claro que la actividad política es bastante absorbente, sin embargo, las ganas de ayudar a los demás a emprender sus proyectos de vida, de tal forma que generen sus propios recursos sin depender de otros, lo motivan a continuar.
Llegarle a la gente no es fácil, sin embargo, considera estar haciendo la diferencia en la medida en que no llega a prometer lo divino y lo humano, sino más bien motiva a los ciudadanos de las diferentes localidades en Bogotá que visita en medio de la intensa jornada de campaña, a tomar las riendas de sus vidas emprendiendo sus propias ideas
Tiene muy claro que para llegar necesita el apoyo de la gente y eso lo consigue en la medida en que es cercano a ella, tema en que le ayuda mucho su esposa Ángela María Figueroa, quien le recomienda todos los días desde muy temprano, no abandonar la sencillez y humildad que le ha caracterizado hasta el día de hoy.
Ella siempre está a su lado acompañándolo y se muestra dispuesta a comprender los momentos en que falte en casa, por lo absorbente que suele volverse la actividad política. No es la primera vez que ella deberá enfrentar una situación como esta, porque su abuelo Carlos Fernando Figueroa fue senador de la república y su padre Luis Carlos Figueroa fue secretario de gobierno de Nariño.
Iván acostumbra a disfrutar de la naturaleza con su esposa y su hijo en medio de las tardes de los domingos y festivos, tradición que espera mantener muy a pesar de las largas y extensas jornadas de la actividad política.
Este empresario busca una curul en el Concejo de Bogotá en la lista del Centro Democrático con el número 23, partido con el que se siente identificado por la defensa de la seguridad y el bienestar de todos los colombianos.