Durante sus diferentes recorridos en medio de la campaña por la Alcaldía de Bogotá, Claudia López, prometió reverdecer la ciudad. Muchos nos imaginamos que se refería a sembrar un mayor número de árboles, cuidar de los humedales y a todo lo que tiene que ver con la protección del medio ambiente. Jamás nos pasó por la cabeza que su idea era pintar los diferentes espacios de la capital de color verde.
Debo decir que la mandataria local me sorprendió con este tipo de ejecuciones pero no por lo astuto de la idea, sino porque raya en lo absurdo.
No es posible que una ciudad que tiene miles de huecos sin arreglar, puentes peatonales sin mantenimiento, alcantarillas sin tapas y un mar de fallas en las vías, en lugar de darle prioridad a solucionar estos asuntos se decida pintar 11 puentes de la ciudad de color verde, por un valor de 4.239 millones de pesos, es decir, aproximadamente 385 millones por puente.
Apoyar la cultura y reverdecer a la ciudad no se hace con pintura en un puente, del que el ciudadano no se va a apropiar ni le va a cuidar solo porque esté pintado de verde. Se debe entender que en Bogotá tenemos problemas urgentes que solucionar en materia de infraestructura y que esto requiere intervención sin más dilaciones.
Si esos 4.239 millones se utilizaran en la recuperación de la malla vial, nos evitaríamos accidentes como el sucedido en la Avenida Suba donde un motociclista perdió la vida al chocar con un vehículo que buscaba evadir un hueco. Si además la administración distrital se prestara a mejorar la iluminación en los postes, estoy seguro de que no se crearían esas zonas de miedo en Bogotá, por cuenta de que algunos malhechores hacen de la oscuridad su mejor aliada.
Alcaldesa, ¿En serio el color en una pared define un cambio social y sostenible ambientalmente en una ciudad? ¿En serio cree eso? Usted que acaba de darse una vueltica a nivel internacional, algo tuvo que aprender.
Le recuerdo, que uno de sus grandes apoyos fue el exsenador Antanas Mockus que a través de la cultura ciudadana logro importantes cambios y mejoró múltiples problemas, pero creo que no lo ha escuchado, ni ha aprendido mucho. Su maestro en temas urbanos fue el exalcalde Enrique Peñalosa, ¿se lo olvidó todo lo que le enseñó en esta área? ; ¿se ha dado a la tarea de dialogar con el presidente de la Cámara Colombiana de Infraestructura y exalcalde de Bogotá, Juan Martín Caicedo Ferrer?
Alcaldesa, escuche a los exalcaldes, a los ciudadanos, a los concejales, lo mismo que presidentes de las juntas de acción comunal, no le abra el oído únicamente a quienes se dedican a adularla y a decirle que todo está bien y que felicitaciones, porque lo único que va a conseguir es que los problemas aumenten.
Pero sobre todo, procure no cometer el mismo error que usted tanto le critica a Gustavo Petro: llenarse de prepotencia.