Los restos óseos hallados este miércoles en el río Tunjuelito no corresponderían a la niña Sara Sofía Galván, desaparecida desde el pasado mes de enero en el sur de la ciudad.
De acuerdo con información de la Policía confirmó que los restos que estaban enterrados en una orilla del afluente serían “de perros”; sin embargo las autoridades precisaron que se está a la espera de la confirmación oficial de Medicina Legal.
De confirmarse la versión, se descartaría la primera hipótesis que manejaron varios medios de comunicación que reseñaban que se trataría de la niña Sara Sofía Galván.
La confusión se dio, porque personas que habitan cerca del caño de las Américas, entre los barrios Tocarema y Patio Bonito, alertaron sobre la presencia de extraños que habían “enterrado” algo en esa zona, por lo que la Policía desplegó un equipo de profesionales para inspeccionar el sitio indicado.
Además, cerca de ese sector es donde trabajaba y vivía la madre de Sara Sofía, Carolina Galván, que confesó ante las autoridades que presuntamente ella arrojó el cuerpo sin vida de su hija, al parecer con ayuda de su compañero sentimental.
Ante el paradero incierto de la niña de 23 meses y quien no se descarta que siga con vida, la Dijín de la Policía emitió circular amarilla de Interpol para intensificar su búsqueda en 196 países.
“Hay unos países priorizados que son los que tienen frontera con Colombia. El propósito de esta circular es cerrar todos los círculos posibles para la ubicación de Sara Sofía”, explicó el director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas.