Por Ángelo Pesca
Muchos han escuchado o leído acerca del humedal La Vaca, sin embargo, pocos saben que se ubica detrás de la central de abastos más importante del país, Corabastos.
Esta reserva ambiental en Bogotá estuvo en el abandono durante muchos años y sirvió de lugar para que habitantes de la calle, recicladores, basuras y escombros, convivieran en un mismo espacio, además de convertirse en territorio de miedo para los habitantes de los barrios María Paz, Villa Nelly, La María, El Tintal, Patio Bonito, El Amparo y Francisco José de Caldas.
Actualmente el panorama en este espejo de agua es otro. Cada vez más son los actores comprometidos con el cuidado y preservación de este humedal, como es el caso del Consorcio Covial, encargado del mantenimiento de la malla vial al interior de Corabastos, quién erradicó la problemática de aguas las residuales que se vertían al ecosistema en el sector norte, ante el inadecuado manejo de los desechos por parte de la central de alimentos.
Confidencial Colombia hablo con Dora Villalobos, abanderada del cuidado y la recuperación del humedal La Vaca, quien destacó “que esto demuestra que es posible cuidar los humedales y convivir con el medio ambiente sin necesidad de destruirlo.
“Este humedal es una verdadera muestra de apropiación comunitaria, no ha sido fácil; no todo es color de rosa, pero si ha sido una un ejercicio muy interesante con la comunidad, quien ha entendido la importancia de los humedales y la preservación de éstos ecosistema”, afirmó.
Villalobos, junto a líderes jóvenes del sector como Fernando Andrés Mendoza, quien con solo 30 años es el presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio La María, fueron parte fundamental de este recurso ambiental en la capital del país, que muchos daban por perdido, luego de ver las invasiones ilegales que se dieron a su alrededor; la contaminación. Hoy gracias al arduo trabajo de estas ambientalistas y de una comunidad comprometida, el sector puede darse el lujo de disfrutar de un espejo de agua, donde se puede encontrar una gran variedad nativas propias y migrantes el pato canadiense, por ejemplo.
Dora Villalobos aseguró que, si bien gran parte de las recicladoras han tomado muy en serio el cuidado del ambiente, “hay unos pocos que dañan su labor”, por lo que instó a la UAEPS, a la secretaria de Seguridad y a la Policía para que hagan mayor presencia en la zona porque según ella, “se están presentando problemas por daños al medio ambiente por la falta de control y por algunos vecinos que no han tomado consciencia del asunto”.
Personas que han hecho parte de este proceso aseguran que actualmente “hay 4 unidades habitacionales en la zona sur que están invadiendo el humedal” y les preocupa que el proceso judicial se toma más tiempo de lo debido.
En la recuperación del humedal la Vaca han participado Corabastos y habitantes de los barrios Villa Nelly, María Paz, El Amparo y Patio Bonito, y también el Hospital del Sur, Ciudad Limpia, la UAESP, el IDU, la Secretaría de Medio Ambiente, la Contraloría, la Personería, la Veeduría, Covial; las universidades Uniminuto y La Católica, el Colegio INEM de Kennedy y la Policía Metropolitana de Bogotá.