La comunidad de Sumapaz recibió por parte del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, y de la Agencia Nacional de Tierras, el acta que la declara como un área de protección ambiental y que, además, crea condiciones favorables para la consolidación y desarrollo sostenible de la economía campesina.
Desde el corregimiento San Juan de Sumapaz, la alcaldesa mayor de Bogotá, Claudia López, celebró esta iniciativa que reivindica las luchas y los derechos de los campesinos. “Hoy los campesinos se sienten como se merecen, reivindicados y reconocidos; como campesinos, como protectores de este territorio, como organización social y también como organización política”, sostuvo.
La mandataria reiteró que, “para eso fue que se eligió el primer gobierno de izquierda y del cambio, para que estas cosas que se han demorado 90 años sean posibles”, al tiempo que extendió la invitación para lograr un trabajo conjunto que permita pasar la ZRC de la declaración al plan de vida campesino.
También se refirió al PDET (Plan de Desarrollo con Enfoque Territorial) y aseguró que esta herramienta cuenta con un amplio ejercicio de participación con las comunidades residentes en los territorios focalizados: Bosa, Ciudad Bolívar, Usme y Sumapaz.
“El PDET es una figura del acuerdo de paz. Descubrimos que, a diferencia de la Zona de Reserva Campesina, no teníamos limitaciones legales para declararlo autónomamente desde la Alcaldía Mayor de Bogotá, así que lo declaramos y llevamos tres años con Sumapaz haciendo un Plan de Desarrollo con Enfoque Territorial”, manifestó la alcaldesa López.
Igualmente, aseguró que en la localidad 20 del Distrito Capital se está desarrollando el plan de inversión social más grande en su historia reciente. “Acabamos de invertir 8 mil millones de pesos en acueductos rurales y en paneles solares, estamos invirtiendo 72 mil millones de pesos en las vías tercerías que necesita esta comunidad para sacar sus productos, estamos invirtiendo 42 mil millones que logramos captar de regalías para que tengan mejor conectividad los niños en las escuelas, las comunidades y las mujeres”, reseñó.
Esta Zona de Reserva Campesina, que beneficia a 1.770 personas, es la única de las cuatro zonas declaradas en diciembre del año pasado que está dividida en dos corregimientos con una extensión de 22.806 hectáreas, de las que el 78% están dentro del páramo.
Por lo que la entrega del acuerdo no solo garantizará la protección ambiental del páramo más grande del mundo sino que se convierte en un reconocimiento a las luchas de las organizaciones campesinas a sus derechos de ordenamiento del territorio, la construcción de paz y la delimitación de la frontera agrícola.
“Esta zona de reserva campesina llevaba más de 20 años en las solicitudes ante las autoridades de tierra en el país, lo importante es la gente que vive en este páramo, se puede beneficiar hoy con la planeación, con proteger el páramo , con sus cultivos y sus trabajos” afirmó el director general de la Agencia de Tierras, Gerardo Vega Medina.
Durante el evento también se entregó la titulación de 95 hectáreas dentro de la Zona de Reserva, con la que se beneficiaron a 20 familias.
Por su parte, el Viceministro de Desarrollo Rural, Darío Fajardo, destacó que “esta figura (de las ZRC) fue creada hace muchos años, desapareció con la guerra en la década de 1940, pero se retomó para darle garantías a los campesinos organizados y aumentar la productividad. Esto es la reivindicación de sus luchas y sus derechos”.
A su turno, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, fue enfático en afirmarle a los campesinos de la región que “por fin se hace realidad un sueño; la conquista del futuro, es una conquista de ustedes, es la conquista del pueblo”.
Por su parte, Martha Liliana Melo, presidenta de las Juntas de Acción Comunal de la Zona de Reserva, dijo que este es el compromiso ineludible del campesinado con la paz y con la preservación de la vida en el planeta, “consistió siempre en persistir firmemente por el derecho a la tierra, a la vida digna, al territorio y a la paz con justicia social”.
Las actividades que se pueden desarrollar en la ZRC, según el uso del suelo son: programas de sustitución y reconversión de las actividades agropecuarias, protección de los suelos mediante técnicas adecuadas de manejo y, además, asegurar la conservación de las fuentes hídricas.