73 niños aún no regresan a casa tras toque de queda

470 menores de edad fueron retenidos anoche durante la medida de toque de queda implementada por la Alcaldía Distrital para la noche de brujas. 73 aún esperan a sus padres, uno de ellos sufre síndrome de down, y tres están hospitalizados por ingerir licor y drogas.

Así lo manifestó el secretario de Gobierno Guillermo Asprilla, por la medida de toque de queda que se implemento ayer en la capital de la república que empezó desde las 11 de la noche hasta el día de hoy jueves a las seis de la mañana.

Asprilla señaló que la cifra de menores retenidos por estado de alicoramiento y sustancias psicoactivas fue de 130. “De esos 470 menores, 354 son varones y 116 son niñas”, indicó Asprilla.

“En general la situación de seguridad mejoró notoriamente, aunque hay una recurrencia de delitos. Hubo en esta ocasión un número reducido de menores en relación con la jornada anterior. En ese día (amor y amistad) fueron conducidos 1108 niños y en la noche de ayer se encontraron en la calle 470 niños”, aseguró el secretario.

Hay 73 niños que están bajo el cuidado del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, porque no se pudo contactar a sus padres, o no vinieron a recogerlos. “Es un número bastante alto, y eso demuestra que 1 de cada 100 niños no tiene respuesta afectiva de la familia”, señaló Asprilla.

“Creemos que existe una problemática de disfunción familiar que los operativos han venido develando ante la ciudad. El hecho de que un menor de 14 años con síndrome de down haya sido encontrado deambulando sólo y que dos padres hayan sido amonestados por encontrarse con un alto grado de alicoramiento con menores de 2 años bajo su tutela, son evidencia de esto”, puntualizó.

Dentro de los operativos realizados anoche, también fueron encontrados cuatro menores que fueron dirigidos al Centro especial para Adolescentes, Cespa, debido a que contaban con antecedentes penales.

Tres niños fueron conducidos a hospitales por alicoramiento y sustancias psicoactivas, además se valoró medicamente a 130 niños por el mismo caso, osea “uno de cada cuatro. Y del total de los 470 niños, 14 eran menores de 14 años”, aseguró el funcionario.

“Esto evidencia que la situación de estos centenares de niños sigue siendo particularmente preocupante y todo esto implica una violación de los derechos del menor”, dijo Asprilla, además señaló que “la medida tiene razón de ser, es eficaz para proteger la vida y la salud de los niños y vamos a continuar implementándola, aunque demanda una gran inversión de parte del distrito y de parte de la Policía Nacional”, aseguró.

Por su parte el coronel de la Policiá Metropolitana de Bogotá, Mebog, Mariano Botero, señaló que la implementación del toque de queda le trajo resultados positivos a la ciudad.

“Tenemos una reducción importante del 76 por ciento en reducción de todos los delitos respecto al año anterior”, señaló el coronel Botero.

El hurto a personas se redujo en un 71%, a residencias en un 93% y al comercio en un 83%. Las lesiones comunes bajaron un 76% y no hubo accidentes de tránsito.

Frente a la implementación de toque de queda para los menores de edad permanente, el funcionario señaló “no es tan fácil una medida permanente, pues implica un gran desplazamiento de recursos humanos, técnicos y logísticos. Sin embargo, sí estamos pensando en el diseño de una estrategia de protección con el ICBF y la Policía de Infancia y Adolescencia que permita proteger la vida y salud de los menores, sobre todo en las zonas que llamamos de rumba dura”.

Finalmente el secretario y el coronel destacaron la medida destacando que se registró una disminución del 50 por ciento de infantes de vía pública respecto a al toque de queda implantando el pasado 15 de septiembre.

“Hubo una buena aceptación por parte de la gran mayoría de los bogotanos. Agradecemos a los padres de familia que de manera diligente acudieron a buscar a sus hijos y llamamos la atención de los que aún no lo han hecho”, señaló Asprilla Coronado.

Respecto a las acusaciones hechas por la concejal Marta Ordoñez en las que aseguró se debían corregir errores en la medida como mayor número de personal, accesibilidad a baños, y refrigerio para los menores, Asprilla aseguró que no hubo problemas y que “afortunadamente hubo la mitad de lo que esperábamos, osea que la medida ha venido siendo acogida por los padres y por los propios jóvenes”.

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