"Colombia debe ser federal": Francisco Santos

Francisco Santos reapareció. Ya se intuía que su futuro no podría estar desligado de la política después de ser ocho años vicepresidente y de sostener una voz crítica sobre el gobierno de Juan Manuel Santos.

El paso por los medios, fue solo un accidente que le dio más bríos, por lo que se puede concluir de esta entrevista que concedió a Confidencial Colombia, días antes de que su nombre fuera anunciado públicamente como pre candidato presidencial del Centro Democrático, el nuevo empeño de Uribe por volver al poder. “Pacho” es, en consecuencia, uno de los líderes con aspiraciones para suceder a Juan Manuel Santos. Un duelo que puede llegar a disputarse en las urnas.

Confidencial Colombia: ¿Cómo va a ser el camino de reunificación del uribismo en el Centro Democrático, recoger firmas…

Francisco Santos: Sí toca recoger firmas y hacer un movimiento ciudadano. Es largo. Recoger las firmas es como una pre campaña porque significa tantear qué tanto hay. Es una campaña igualita a la del 2002. En ese momento Uribe llegó con tres parlamentarios a las elecciones de esa época y tenía apenas el 4% de favorabilidad cuando inició. Esto está totalmente abierto, tanto la Presidencial como la del Congreso.

CC: Lo primero entonces será que el Centro Democrático en movimiento ciudadano.


FS: Nosotros esperamos que esto que va a llamarse el Centro Democrático, y que tiene como una Organización que se llama Colombia Piensa en Grande, sea el punto de unión de todo lo que hay del uribismo. El centro de pensamiento Primero Colombia y una cantidad de organizaciones de jóvenes. Esperamos recoger todo eso en esta organización que tendrá varias tareas: Va a recoger firmas, a hacer los foros y debates de los precandidatos y todo el tema de la ambientación política que va a durar tres o cuatro meses. El objetivo es dejar dos campañas montadas: la de un pre candidato presidencial y la de la lista all Congreso con el Uribismo.

Ese es el trabajo en los próximos seis meses. Yo estoy asumiendo esa responsabilidad y ese esfuerzo con generosidad. A mí lo que me interesa es que el Uribismo sea un proyecto político de largo plazo al 2014 y que siga adelante, pero que se convierta en un partido coherente ideológicamente. Tenemos una oportunidad inmensa porque como tenemos varios parlamentarios, y sí las cosas siguen así, Uribe puede arrastrar a 33 o 35 personalidades de este país y cambiar el Congreso.

CC: ¿Ese es el propósito?


FS: Es un objetivo, sí. Y tener un candidato presidencial viable, que todavía no se ha escogido la mecánica ni nada de eso, pero hay gente muy buena. Está por ejemplo, Martha Lucía (Ramírez), Pepe Félix (Lafourie), obviamente hay que mirar qué papel juega el Partido Conservador y si el ex presidente Uribe quiere que esto sea un tema de coalición como fue en el 2001; esta campaña va a ser igualita que la del 2001.

CC: ¿Y cuál es la perspectiva? Descartan cualquier posibilidad de ir con gente de la U, o que la U venga a este nuevo partido y sume, cómo es la historia?


FS: No, porque ese es el partido que se creó por Uribe, lo que pasa es que es claro que quien cambió en este tiempo fue el Partido, no Uribe. Dejaron su base ideológica y pues se va a intentar este semestre por todos los lados, lograr una reforma estatutaria Yo lo veo muy difícil, pero es para ver si muchos del Partido de la U, pueden venir acá.

CC: Se habla de la posibilidad de presentar un proyecto de reforma política, en donde Santos y la Unidad Nacional platearían cambios de fondo a la mecánica politica…¿Ustedes tienen contemplado eso?


FS: En un año electoral es poco lo que usted logra hacer en el Congreso, no nos digamos mentiras. La mermelada ya se repartió y los auxilios parlamentarios que el presidente Santos revivió por debajo de cuerda ya se entregaron y por eso muchos de la U dicen, “¡no, yo ya estoy aquí!”, y conozco varios candidatos amigos nuestros que dicen, “mire, aquí ya vinieron a ofrecerle una cantidad de plata a los alcaldes y a otros funcionarios”. Entonces hay un proceso de rapiña y de consolidación de las fuerzas que apoyan a Santos a través de ferias burocráticas brutales por un lado, pero también de lo que el presidente Santos se inventó y que se llaman “cupos indicativos”, que vienen siendo lo mismo que los viejos auxilios parlamentarios. Ojalá el Procurador y la Contralora se pongan las pilas e investiguen cómo se reparten esas platicas. Mucha plata.

CC: ¿Tiene datos de casos específicos?


FS: Lo que pasa es que nadie cuenta, todo el mundo lo sabe pero nadie lo cuenta y yo le estoy haciendo seguimiento a ver cómo es que se reparten esas platas porque esos ofrecimientos ya están. Y pues, como tratan de disfrazarlo… Pero eso en seis o siete meses se va a saber exactamente, pero a mí me hablan que el Presidente de la Cámara le dieron treinta mil millones de pesos para repartir, por ser el presidente de la cámara, entonces eso se va a empezar a saber, con semejante mermelada tan brutal.

CC: ¿Cómo interpretan ustedes la estampida de ministros, viceministros y otros funcionarios del gobierno cercanos al Presidente, hacia la campaña electoral?


FS: Hasta el momento sólo han salido los becerros, vamos a ver si el toro mayor sale, que es Vargas Lleras. Lo que sí es interesantísimo es que le dan cuatro billones de pesos para hacer casas y hasta el momento lo único que han mostrado son convenios y primeras piedras, no hay la primera casa. No sabemos cuándo van a ser entregadas esas casas, pero cuando se van a ver, Santos le dice a Vargas Lleras – oiga salgase ya- yo creo que Vargas Lleras no está muy contento. No sé qué va a hacer él. No me extrañaría que empezara a pedir pista para poder meterse aquí también.

CC: ¿Sería posible, después de esa pelea tan fuerte con Uribe?

FS: Yo lo que creo es que no tiene espacio, pero en política uno no tiene ni idea de qué va a pasar.

CC: ¿No tiene espacio en dónde?


FS: Yo creo que tiene poco espacio allá y poco espacio acá. Santos es un mago para manejar esas cosas, pero también lo que Santos piensa es en él, y en él y punto. Él no tiene otro proyecto político que el de reunir al Partido Liberal y dejarlo con una fuerza política que alcance a ser algo de lo que fue hace 10 o 12 años. No olvidemos que el Partido Liberal ha estado por fuera del poder desde hace 12 años o 14 con Santos, pero cuando uno analiza a Santos es clarísimo que el Partido Liberal es la “niña de sus ojos”, no el Partido de la U.

CC: ¿Qué es lo que está en juego en la próxima contienda electoral: el propósito de impedir la reelección de santos para retomar el poder?

FS: La idea es convertir al Uribismo en una fuerza política viable a largo plazo. Ese es el objetivo número uno. Nunca en Colombia habíamos tenido a un Uribe, jamás. En América Latina la única persona que uno puede ver con ese ascendiente sobre el pueblo es Perón y Chávez. Y yo creo que eso hay que convertirlo en votos, en partido y en fuerza política. Usted sale de los circulitos de aquí de Bogotá y Uribe tiene una vigencia brutal. Yo creo que todos los políticos tradicionales que hacen cuentas y que dicen que esto es una nueva fuerza democrática que no alcanzará a sacar más de ocho senadores, es porque no entienden la dinámica electoral de Colombia y no entienden que el fenómeno de Uribe cambió. Yo creo que si nosotros podemos lograr treinta y cinco senadores eso basta para pensar en la campaña presidencial.

CC: ¿Treinta senadores es tres millones o cuatro millones de votos. Con Uribe encabezando la lista?


FS: Sí claro. Si no está él, nos quedamos con 10 o 12 senadores. El uribismo sin Uribe por ahora no logra esa fuerza y esa es la verdad y lo sabemos todos. Y eso es clarísimo.

CC: ¿Y qué pasa en el Congreso con Uribe senador, más treinta senadores uribistas?

FS: Lo primero es que los proyectos de ley sí se leen. Eso ya es un cambio fenomenal. Lo segundo es que los goles se van a frenar y el presidente tendría una oposición en el congreso muy, muy fuerte. Entonces veríamos una cosa que hace mucho tiempo no se ve, la última vez fue Barco que creó un esquema de gobierno de oposición entonces eso es buenísimo para la democracia, lo otro es que yo quisiera ver al Congreso trabajar al ritmo de Uribe. Yo creo que hay una posibilidad de reivindicar al uribismo y si esta lista logra llevar a una cantidad de gente de primera, entonces vamos a ver varios debates de fondo. Lo que vamos a ver son posiciones políticas claras, un congreso trabajando como debe ser y no como lo que tenemos hoy en día.

CC: Pero sería el mismo congreso, como en la época de Uribe que se reagruparon unas mayorías en función de su gobernabilidad. Es decir, no es nada novedoso en la medida en que la gobernabilidad, los presidentes la aseguran aumentando sus aliados y este es un país presidencialista.


FS: Pero esta sería la primera vez que el país tiene un congreso con una lista fantástica que forme un congreso admirable y que recupere el sentido del congreso de hace 40 años. Entonces eso, para la democracia, es bueno y veremos una bancada como la que la tuvo Álvaro Gómez. El manejaba su bancada. Vamos a tener la discusión pública de muchos proyectos que no tenemos hace muchos años, muchas décadas. Yo creo que en ese sentido eso es sano y eso es lo que se va a dar y le va a quedar muy difícil a Santos hacer un gobierno como el que tiene hoy en día.

CC: ¿El uribismo le apuesta al fracaso del Proceso de Paz?


FS: No, no a un fracaso, lo que queremos ver es el costo. Vamos a ver cuál es el costo del proceso de paz.

CC: ¿Y cuál es el costo que Uribe cree que se debe pagar por el Proceso de Paz?


FS: Yo creo que hay un tema de impunidad crítico. Hay un tema de reparación de las victimas fundamentalmente, que además tiene un precedente, que si bien no funcionó como debería funcionar por muchas razones, entre ellas por decisiones de la Corte Constitucional y la Corte suprema que no permitieron acabar con la impunidad. Hay unas trabas legales que yo creo que impidieron que el proceso fuera más exitoso, pero hay un aprendizaje y hay una lección de hace poquitico que usted no puede decir que ahora, porque estamos negociando con las Farc o porque son de izquierda, entonces la mirada es ya completamente distinta. Yo creo entonces que los dos temas son impunidad y victimas y un tercero es participación en política. Después de todo lo que ha pasado en este país en los últimos 30 años, después de lo que pasó con la Constitución del 91, 20 o 22 años, ¿vamos a permitir que, a pesar de todas las atrocidades que han sucedido, estos señores lleguen al congreso? Si yo fuera las Farc yo no estaría negociando, estaría apostando por la fuerza que ellos tienen en ciertas regiones y en ciertas zonas y tratar de ir de lo regional a lo nacional a largo plazo.

CC: Es que no sabemos exactamente en qué punto va el proceso…

FS: Exactamente eso es lo otro, no tenemos ni idea. Por eso estamos hablando de manera especulativa. Pero yo creo que los puntos clave son esos. Usted quiere hacerle reformas al campo, ‘ok´, está bien, plantéelos pero discútalos en el foro que toca que es en el Congreso, cuando estén electos. Usted a través de unos diálogos no puede imponer asuntos fundamentales que deben ser discutidos en el Congreso. Y hay un tema que está por encima de todo y es cómo se refrendaría un proceso de estos. No es apostarle al fracaso, pero es evaluar la paz a qué costo.

CC: ¿Qué proyecto nacional se puede construir alrededor de una polarización de la política tan profunda?


FS: De eso se trata este proyecto del Centro Democrático y el Proyecto Piensa en Grande, que van de la mano con la proposición de proyectos que tengan propuestas de fondo en educación, en descentralización, en seguridad, en justicia. Entonces, con esas propuestas que van a lanzar los precandidatos y que van a estar basadas en el principio de los “tres huevitos” de Uribe, que es una doctrina muy sencillita y muy liberal en el sentido no del partido liberal, pero sí del papel del Estado por un lado y la mirada a la propiedad privada y al crecimiento económico, pero también ligada al activismo social por parte del Estado que se logra en le gobierno y que es “Familias en Acción” y todo lo que se dejó y a eso se le van a sumar muchas otras propuestas. Pero eso ya necesita una evolución y para eso son esos debates, para que Oscar Iván, Marta Lucia, planteen la propuesta de país que tenemos. Eso ya va a empezar a crear una organización política con las bases con las que Uribe lo hizo y por eso yo veo el 2014 como una meta volante fundamental y ese es el proceso que estamos comenzando ahorita, a organizar políticamente a una gente con unas propuestas y con unas ideas que deben llevar a que en septiembre tengamos listas para Senado y para Cámara y candidato presidencial y ahí arrancar la campaña.

CC: ¿Y hay candidato para la Alcaldía?


FS: Pues eso es en el 2015 por ahora mi tema es ayudar a que el Uribismo se consolide y se convierta en una alternativa política real y no simplemente en una alternativa de opinión. En esas estoy. Esta es una experiencia muy similar a la del 2001.

CC: Mirar al 2001 después de haber gobernado Colombia durante 8 años y ser un fenómeno político de semejantes dimensiones y estar enfrentados al reto de volver…¿no es raro que diga que arrancan desde el mismo punto?.


FS: No, arrancamos con el presidente Uribe con una favorabilidad brutal.

CC: A Uribe se le conoce. Y, a los que les gusta, les gusta y a los que no, no. Insistimos en los de la polarización porque a mí me preocupa que sigamos con la idea de que en Colombia caben unos, y no caben otros. Se supone que esta sociedad debe ir hacia la modernización y esta implica que quepa todo el mundo…


FS: El tema no es que caben unos y no caben otros. El tema es que las diferencias de mirada a la realidad de un país finalmente se dirigen a una selección y a eso es a lo que le vamos a apostar y yo creo que le haría un gran bien un uribismo fuerte en el Congreso y un uribismo muy fuerte en alcaldías y gobernaciones, porque eso ya genera una cohesión ideológica que este país no tenia. Por ejemplo, usted ve el partido conservador y va para todos los lados, usted ve al partido liberal y va por todos los lados y quizás el único que se ha mantenido muy firme es el Polo Democrático, a pesar de los descaches de Bogotá, que uno no sabía si era chicha o limonada. Pero no es que quepan unos y no quepan otros, lo que sucede es que las ideas se enfrentan las unas con las otras y son los electores los que van a decidir qué tanta fuerza va a tener un sector y que tanta fuerza va a tener otro. Y a partir de allí construir bases políticas, movimientos políticos que yo creo que la segunda meta van a ser las elecciones regionales del 2015.

CC: ¿Con políticas de Estado hay consenso con otros partidos?


FS: Yo creo que eso se puede manejar más adelante, yo creo que por ahora nosotros lo que necesitamos es un espacio político que ya existe y usted sale de los círculos de poder de Bogotá y usted encuentra un uribismo pero rabioso, entonces eso ya cuando usted lo mide y lo direcciona, en un momento dado el partido conservador terminara fusionado con un partido popular, no sé, de pronto. Pero lo que sí esperamos es que exista una coherencia ideológica con matices, porque por ejemplo muchas cosas que yo creo, no las cree Oscar Iván o Marta Lucía o Juan Carlos. Yo soy mucho más flexible con el tema de la paz, otros son más inflexibles, pero dentro de esos matices pues la fuerza uribista se mueve.

CC: Dentro de esos matices, a final será lo que diga Uribe?


FS: No necesariamente, yo creo que en la medida en la que formemos un partido muy claro, en el gobierno se verán esas fuerzas pero si dentro de unos límites muy claros.

CC: Usted habla que los tres huevitos tienen fundamentos liberales desde la concepción del Estado pero, vamos a ser claros, aquí se está formando una fuerza de ultra derecha, derecha o centro derecha.


FS: Yo creo que de centro derecha pero tiene muchos elementos…

CC: Que se definan sería un paso importante, es como si molestara hablar de que son una derecha claramente.

FS: No, no, no… yo no le tengo miedo a que sea un partido de centro derecha. Miedo el liberalismo. Para godos los liberales toda la vida. Pues bueno, aquí van a estar bienvenidos en un momento dado cuando tengan toda esa cosa clara y digan: “sabe qué, yo no me siento cómodo con el partido de Piedad Córdoba, me siento más cómodo acá,” pues entonces que bueno, venga para acá.! Esto va a ser muy fluido por eso el movimiento plantea bases liberales que son más de acá que de allá, obviamente legalmente no se podrá porque las restricciones que impuso la constitución con la reforma política y todo eso no lo permitirá, pero ya más adelante se puede con un partido y tiempos distintos, crear una coalición más amplia y mucho más grande. Yo si veo una gran coalición de centro derecha en las elecciones del 2014.

CC: ¿Y cree que podrá haber una gran coalición de centro izquierda…

FS: Yo si las veo, yo creo que sí, pero allá hay un tema más de fondo y es la definición frente a la lucha armada. Usted ve a Marcha Patriótica y allí hay unos sectores muy radicales que todavía no han dicho no. Y el Polo ha jugado, el Polo ha sido impecable en eso. Sí tienen problemas y etcétera, pero creo que son absolutamente coherentes en eso.

CC: ¿Entonces le gusta el próximo proyecto legislativo que buscará permitir el transfuguismo?


FS: No sé, sabe que no sé, pero lo que sí creo es que hay que mirar la política de una manera distinta y los tiempos han cambiado también en ese sentido, debería permitir una mayor flexibilidad, ¿Qué tanto?, no sé qué tanto porque una sociedad también necesita partidos fuertes y en eso creo que la reforma constitucional es nuestra, es del año 2009. Creo que hay que buscar mecanismos que no acaben con los partidos y acabe con la política al detal, que era lo que estaba pasando históricamente y había que negociar con cada congresista y el chantaje individual se convertía en un tema de casi imposible manejo del congreso. Y por eso es tan importante eso, porque si usted está montando una bancada ideológica fuerte en la que usted suma el uribismo y otros partidos, ya usted se forma en un poder político distinto en el que se negocia con ideología, como pasa en Estados Unidos y en otros países donde muchas veces el Congreso es una talanquera del poder presidencial y eso a mí no me parece malo.

CC ¿Cómo ve la posibilidad de que el ex presidente César Gaviria lidere la lista del liberalismo para el congreso, para hacerle contra peso al uribismo?


FS: Pues bienvenido sea. Yo no sé si se meta, pero bienvenido sea. Yo creo que nosotros estamos pensando en lo nuestro, ya lo que venga de otros lados es problema del otro lado. Él es un hombre importante, poderoso, con trayectoria vamos a ver si él se deja contar otra vez.

CC: ¿Y usted se lanza a la presidencia?


FS: Mi momento es ayudar a que esto salga bien. Mi objetivo ahora es poder ser el que tiene la posibilidad de juntar a todo el mundo. Ya veremos después, pero como usted ve, solo tenemos una silla y una mesa. No tenemos un peso, y no tenemos nada, pero bueno… eso va llegando. Ya cuando esto cuaje un poco más obviamente participaré en foros y echaré mi carretazo y voy a poder echar todos los cuentos sobre un país distinto que yo veo, un país federal, este país necesita ser federal pero con autonomía fiscal, donde la educación la manejen los departamentos, la salud la manejen regionalmente. ¿Usted quiere tener una salud privada? Listo, o, ¿Una salud pública?, listo…

Lo que creo es que el gobierno central sí debe tener un poder de vigilancia y de control y de intervención brutal, para que cuando las mafias locales y regionales que existen hoy y que existirán en el futuro, se apoderen de los recursos públicos, poder tener un poder de intervención que hoy el gobierno no tiene. Estamos en el peor de los escenarios. Usted cuando le entrega responsabilidades a departamentos clarísimas, usted se volverá en un gobierno central que maneja justicia, no todo tipo de justicia porque yo creo que también se requiere de un tipo de justicia regional…

CC: ¿Pero para eso se necesita una constituyente..?

FS: Yo creo que sí. Y usted monta un país distinto, es que, si usted mira la Constitución de Rionegro, lo qué paso en esos años fue un desarrollo regional impresionante y no se arregló la parte de la seguridad porque se dejó en manos de las regiones y eso si no se puede. Eso debe ser un tema nacional. Entonces es un rediseño total del estado y sí la verdad habrá unas regiones que se roben la plata (que ya se la están robando), pero cuando un departamento vea que el otro departamento está funcionando como una tacita de plata entonces se van a preguntar por qué allá sí y acá no, entonces eso también es un tema que se da cuenta el elector y también de las regiones para que puedan generar competitividad. Que si quieren tener un impuesto predial alto para financiar la educación, como lo hacen en los Estados de los Estados Unidos, perfecto. Es un tema de equilibrios…usted ve Suiza y otros países donde hay unas competencias brutales entre los cantones y los Estados. El problema de la salud, no es un problema del gobierno, es una pésima administración de las regiones, pero con esa administración regional cuando papá gobierno ya no tenga cómo meterle la mano, van a tener que asumir responsabilidades de gerencia y de gestión que hoy no las tienen y por lo menos se les reconoce a los que las hacen bien y se castigan a los que lo hacen mal.

CC: Eso es una transformación muy de fondo que significaría no sólo una constituyente sino una recomposición política regional interesante en la medida en la que no todas las regiones son iguales y no todas las regiones tienen la autonomía económica para sobrevivir.

FS: Por ejemplo, si usted dice, nuestro salario mínimo es este y usted puede tener salarios mínimos diferenciales, puede generar competitividad brutal. Entonces el Chocó puede decir que aquí la gente vive con 400 mil pesos al mes y acaba llevando un montón de empresas para allá y usted puede decir aquí exporto y puede formar “clusters” económicos. Es una apuesta arriesgada, pero es una propuesta absolutamente necesaria con el país. Este es un país de regiones y por ejemplo si en Medellín o en barranquilla a mi me pidieran el pasaporte, yo lo entregaba porque somos distintísimos y somos una nación pero tenemos idiosincrasia, tenemos competitividad, somos tan distintos que durante 100 años castramos ese poderío regional y es hora de desamarrarlo.

CC: En que queda esa figura llamada el establecimiento político colombiano, que Juan Manuel Santos representa eso y usted también pero no necesariamente lo es el uribismo. ¿Qué pasa con ese establecimiento al verse dividido? Más allá de que ustedes sean de la misma familia lo que es cierto es que a Uribe le camina una parte y otra a Santos….

FS: Yo creo que el establecimiento está roto desde hace rato y creo que Uribe fue el primero en romper el establecimiento al gobernar de una manera distinta como otros gobernadores y presidentes que desde aquí en Bogotá no hacían nada. Mire yo me acuerdo cuando llegué a Sucre como por tercera vez, en los primeros tres meses de gobierno y el gobernador me dijo, oiga estamos aterrados usted ha venido tres veces y Uribe otras tres veces. Aquí Samper pasó una vez y aterrizó y siguió derecho y Pastrana pasó una vez en cuatro años. Entonces sí se generó un empoderamiento en las regiones y es tal, que hoy lo sienten, lo extrañan y sienten que se perdió, totalmente. Allí hay un antagonismo ante las regiones porque ofrecen mucho, prometen mucho y no cumplen nada y no los tienen en cuenta para nada. No gobiernan con ellos. Entonces yo creo que a partir de ese momento sí hubo una ruptura y creo que quizás hay que estimular nuevos establecimientos regionales y que empiecen a pensar en su región de una manera distinta y que no estén pendientes de qué es lo que va a decir el presidente aquí desde el Palacio de Nariño. Eso se perdió pero eso es uno de los temas que hay que recuperar y es precisamente una de las banderas que Colombia está lista para oír y para actuar. Nadie le creería hoy a Santos un discurso de gobierno con la gente en las regiones. No lo ha hecho, no lo va a empezar a hacer. Uribe lo hizo y un gobierno uribista lo haría porque esa es la ideología nuestra, maestro porque es entender que este país no termina en la 72 y no es el Palacio de Nariño, sino que es un país vivísimo y fuertísimo en las regiones. Creo que estamos en un proceso de fluidez política impresiónate que necesita que se piense distinto. Y eso es lo que vamos a proponer y eso es lo que va a ser interesantísimo y eso es un buen reto para Santos que yo no sé cómo va a hacer, porque la mermelada le llega pero…

CC: El ambiente emotivo regional que usted menciona frente a Uribe es cierto, pero en términos de opinión hay un clima que no es favorable, porque ademas es un hecho que hay problemas que no se sabe como vayan a solucionarse, procesos jurìdiciales en contra de Uribe. ¿Hay como retomar ese buen ánimo por Uribe?

FS: Ese buen ánimo existe. Mire las encuestas. Esa emotividad y ese reconocimiento y esa buena onda y esa capacidad de movilización y ese sentimiento está, está pero impresionante. Es más yo le quiero decir que si se arma una buena lista y una buena campaña entonces la sorpresa puede ser muchísimo mayor en términos de congreso, nadie se lo imagina, como nadie se imaginaba que Uribe iba a ser presidente en el año 2001. Hoy con un presidente con ese prestigio y ese reconocimiento, con ese amor que le tiene una gran parte de los colombianos. Yo sé que la mitad no, perfecto, eso es democracia, pero en el momento en el que el ciudadano de a pie de San Agustín que estaba vuelto flecos en el 2002 y que volvió a vivir y a nacer y a ganar plata y a poder organizar sus cooperativas como yo la vi, en el 2010 y ahora otras vez está explotado y ahora otra vez lo están extorsionando, el que puede decir… pues yo me voy con este señor. No me cabe la menor duda que el fenómeno electoral de Uribe va a ser brutal como no lo imaginamos en este país. Y eso lo estamos organizando desde aquí.

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