El "Angelino" necio

“Lavar la ropa sucia en casa”. Esas fueron las palabras de invitación que hizo el presidente Santos al “funcionario” que de “manera pública” ha demostrado su desacuerdo con las decisiones adoptadas por el Gobierno. , Angelino, ya contestó: “Si el Presidente me quita las funciones me tendré que ir a la casa, pero sin perder el derecho a opinar”.2011-09-19 A las polémicas declaraciones que el vicepresidente Angelino Garzón lanzó en relación a la metodología aplicada por Planeación para la estandarización de la pobreza en Colombia, le siguen llegando respuestas.

Primero fueron el director de Planeación y el ministro de Protección Social los que salieron en defensa de la controvertida medición que tanto molestó a Garzón. Después fue Roy Barreras, quien pidió que se contemplara la posibilidad de hacer una “observación disciplinaria” por las declaraciones del vicepresidente. Y la última crítica sobre la actuación que tuvo Garzón en los medios, llegó de la voz del Presidente Juan Manuel Santos durante el Acuerdo para la Prosperidad

“El funcionario que quiera discrepar lo puede hacer al interior del Gobierno, pero no en público. Si lo quiere hacer en público pues no puede ser parte del Gobierno, tendría que retirarse y hacer su reclamo o su critica por fuera”, afirmó el mandatario.

Lo que sonó como una invitación a abandonar su cargo, fue rápidamente contestado por Garzón, quien como ya lo ha demostrado en ocasiones anteriores, no guarda silencio ante las decisiones que tienden a desfavorecer a las clases populares. “Si el Presidente me quita las funciones me tendré que ir a la casa, pero sin perder el derecho a opinar” dijo.
Juan Manuel Charry, analista político y constitucionalista, explica que un sentido estrictamente constitucional el Presidente no es superior jerárquico del vicepresidente.”

Ambos fueron elegidos en la misma fórmula y por el mismo número de votos. Un error común, es pensar que el vicepresidente hace parte del gobierno y lo que él hace es estar en //standby// por si el presidente falta. Más allá de amables sugerencias o invitaciones a que haga o no haga, el Presidente de la Republica no tiene ningún poder jerárquico, para controlar lo que el vicepresidente opina”, dice Charry”.

Hernán Olano, constitucionalista y profesor de la Universidad de La Sabana, explica que de existir algún mecanismo para que Garzón “saliera” de su cargo, sería a través de la renuncia. “La única opción sería que el vicepresidente cediese a una eventual presión que consiguiera su renuncia, tal y como ocurrió en el Gobierno Samper con el vicepresidente Humberto de la Calle o bien, que el Presidente, a través de una asignación ministerial, hiciera a Garzón parte efectiva del Gobierno”

La opción que señalan ambos analistas es presionar la renuncia de Angelino, ya que no existe un acto de revocatoria que permita remover al vicepresidente de su cargo, ni tampoco es posible apelar a la Ley 741 de revocatoria de mandato, que en nuestro país solo aplica para cargos regionales.

“Lo que puede considerar el presidente en este momento, y que la Ley 14/44 de reestructuración de la administración pública le facilita hacer, es ponerlo de pronto en el Ministerio del Trabajo” dice Olano, “ponerlo a reorganizar esa cartera permitiría que Garzón hiciera parte del gobierno, y así, el presidente lo podría “jalar de las orejas” por sus declaraciones si es preciso”.

Santos podría aislar al vicepresidente hasta obligarlo a renunciar, pero la figura de Angelino en el gobierno no es tan prescindible y de hecho es la que le ha permitido acercarse a algunos sectores con mayor facilidad. Por ahora, el Presidente deberá manejar las declaraciones de Angelino de manera prudente sabiendo que lo necesita a su lado, así como Garzón sabe que necesitaría de él si tiene su aspiración presidencial. Hasta cuando estará dispuesto el presidente a aguantarse esta piedrita de Uribe en su zapato?

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