El último adiós de Víctor Carranza

Centenares de amigos y allegados despidieron emocionados a Víctor Carranza, conocido como el ‘zar de las esmeraldas’, mientras que las víctimas de los crímenes que supuestamente cometió en alianza con paramilitares se vieron obligadas a enterrar este episodio.

Al menos 300 personas, entre familiares, amigos y colegas del gremio esmeraldero, participaron conmocionados en las honras fúnebres de la parroquia Cristo Rey de Bogotá del controvertido minero, que falleció a los 78 años de un cáncer de próstata y pulmón.

También le rindieron homenaje en Muzo, el pueblo donde Carranza hizo carrera y fortuna, una zona que por otro lado ha reforzado sus condiciones de seguridad por la inestabilidad que pueda traer el fallecimiento del “zar” el pasado jueves.

Y es que a Carranza se le atribuyen enormes esfuerzos que llevaron en 1990 a la firma de un acuerdo de paz respaldado por la Iglesia católica tras los veinte años que duró la llamada “guerra verde” entre los esmeralderos colombianos, en la que murieron unas 6.000 personas.

“Nos sorprende muchísimo que digan que por la muerte de Víctor Carranza se va a crear un conflicto. No creemos que eso llegue a pasar, eso no va pasar”, dijo tras la eucaristía Óscar Baquero, el presidente del Fondo Nacional de la Esmeralda Colombiana -Fedesmeraldas-.

El pasado jueves, una veintena de empresarios que explotan minas de esmeraldas en Boyacá firmaron un comunicado en el que ratificaron su “compromiso inquebrantable de seguir trabajando por la paz” en esa región.

Al tiempo se reconoce el papel que jugó el fallecido minero en la organización empresarial del sector, cabe recordar que la Justicia abrió numerosas causas en su contra desde la década de 1990 por su supuesta responsabilidad en la creación de grupos paramilitares en Colombia y nexos con narcotraficantes. Sin embargo, sólo pasó tres años detenido, hasta que en 2001 un juez decidió absolverle por falta de pruebas.

En la actualidad, la Fiscalía 27 de la Unidad Antiterrorismo tenía abierta una causa contra Carranza, que interrumpió su fallecimiento.

Esto ha motivado la “indignación” y la “decepción” de “las víctimas de Carranza, que fueron millares”, dijo Luis Guillermo Pérez, abogado de los afectados por los crímenes en los que supuestamente había participado el minero.

“Tenían la expectativa de que rindiera cuentas ante la Justicia, lo que es muy triste. Lo del cáncer se conocía desde hace 18 meses, cuando le pedí a la Fiscalía que adelantara una orden de captura y al menos se le embargaran los bienes para reparar a las víctimas”, agregó.

Según Pérez, Carranza blindó su “impunidad” por millonarios pagos a funcionarios de justicia y estrechas relaciones con “jefes militares y policiales, y hasta con presidentes”.

En los últimos dos años los desmovilizados líderes paramilitares de las Auc han declarado que Carranza financió a los paramilitares que perpetraron entre otras las masacres de Mapiripán (1997) y Caño Limón (1998), en las que murieron un total de 80 personas.

También denunciaron que Carranza planeó junto con los fundadores de las Auc la expansión de estos grupos en Colombia, y de acuerdo a documentos clasificados del Departamento de Estado de EE.UU., el fallecido minero era identificado como “Clodomiro Agámez”, el líder del grupo paramilitar que supuestamente creó, Los Carranceros.

De acuerdo a las cifras del sector, las exportaciones de esmeraldas disminuyeron en un 17,3 % en Colombia en 2012 respecto de 2011, lo que mantiene la tendencia decreciente de los últimos años que resulta de la masiva explotación que se hizo décadas atrás.

De este modo, Colombia ha perdido el liderazgo como exportador de la gema, un lugar que ha ganado Zambia, aunque las 10.000 familias colombianas que viven de la esmeralda mantienen las exportaciones a Estados Unidos, China, Tailandia, India, Japón, Italia, Alemania, España y Emiratos Árabes Unidos.

Con EFE.

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