Las últimas cartas agrarias de las Farc

La guerrilla de las Farc destapó este miércoles, en el inicio de la ronda definitiva para el primer tema de la agenda, sus últimas solicitudes frente al acceso a la tierra y el desarrollo agrario. Dice que la discusión pasa por el trabajo rural y la soberanía alimentaria, insiste en la restitución, redistribución y formalización de territorios y señala que la política del campo debe conducir a una reforma agraria.

Todo indica que al final de esta ronda de negociación, el gobierno y las Farc finalmente llegarán a un acuerdo en el primer punto de la agenda de negociación. El eje del conflicto, la razón principal de la confrontación armada, quedaría resuelta entre las partes al final de este mes.

“En la agenda hay varios puntos. Está el punto número uno, que espero que se concrete ya finalmente en esta ronda de negociaciones, que es el tema del desarrollo rural. Ese tema lo incluimos, y fue sugerencia nuestra, porque pensamos que para las Farc eso era importante y para nosotros no representaba una concesión mayor. Nuestra política agraria que tenemos prevista para este país es una política muy agresiva, muy progresista, y que en muchos casos se parece mucho a lo que las Farc habían venido reclamando desde hace mucho tiempo”, señaló el martes el presidente Santos, en un foro sobre libertad de prensa.

Las partes han decidido arrancar esta nueva ronda de manera especial. Ambas delegaciones llegaron este miércoles a La Habana y trabajarán jueves y viernes de manera separada, sin acceso a la prensa, para volver a reunirse el sábado y terminar de definir, según expertos, el acuerdo final sobre el tema de la tierra.

En un nuevo acercamiento de los voceros de la guerrilla con los medios de comunicación, ‘Pablo Catatumbo’ esgrimió los que podrían ser los últimos argumentos de la organización en el tema agrario. Las cartas finales de una negociación que vive horas decisivas por estos días.

Luego de mostrar la voluntad de “avanzar en el diálogo” sobre las causas y los problemas de “orden social que generaron la confrontación”, el vocero de las Farc señaló que el proceso debe arrojar “la necesidad de una reforma agraria estructural, profunda”.

Las Farc dice que, afortunadamente, las negociaciones ya arrojan “aproximaciones que esperamos sean explicadas pronto, en un comunicado conjunto que dé certezas a nuestros compatriotas sobre los alcances esperanzadores que hasta ahora arrojan los diálogos”.

Según el comandante del Comando Conjunto Occidental, y miembro del secretariado de las Farc, la discusión gira en torno a dos aspectos específicos: el trabajo rural y la soberanía alimentaria. Tras establecer 100 propuestas mínimas para el uso y el acceso a la tierra, solo restan acordar los dos aspectos anteriores para concretar el primer gran avance del proceso de paz.

Sin embargo, la guerrilla no desaprovechó la oportunidad de hacer varias solicitudes al gobierno nacional. Como al inicio de todas las rondas, los voceros de las Farc establecen una agenda que no necesariamente es la que se discute de 8 de la mañana a 1 de la tarde con la contraparte.

‘Catatumbo’ afirmó desde La Habana que “la estructura latifundista es la característica principal de la espacialidad rural en Colombia. Ella ha sido construida con procedimientos de despojo, violencia, terror y muerte, como espacialidad capitalista, generando además de miseria, profunda desigualdad, atraso, crisis humanitaria”.

Además señaló, como coincide el gobierno nacional, que la lucha por la tierra es “causa fundamental de la confrontación política, social y armada que padece Colombia. Su solución de fondo será base para la construcción de La Paz estable y duradera”.

Para las Farc, el acuerdo que construya una reforma rural estructural debe estar basado en mecanismos de “restitución, redistribución y formalización, acompañados de proyectos integrales de desarrollo tengan éxito y acaben con la constante de la titulación de baldíos que sólo tenga el propósito de no tocar los intereses de los grandes propietarios”.

Los resultados de la negociación sobre el tema agrario no pueden terminar, según la guerrilla, en “un escenario de bancarización o de estímulo a un mercado de tierras que derive en despojo legal de beneficio final para las trasnacionales o para los latifundistas locales, o en que las alianzas entre los pequeños campesinos o poseedores rurales con los detentadores del “músculo financiero”, mediante la llamada asociatividad, no termine convertida en una suerte de alianza del zorro con la gallina”.

Las Farc insistieron en el fortalecimiento de las Zonas de Reserva Campesina, aunque en el comunicado no hablaron ni de autonomía ni de soberanía, como lo dijeron en ocasiones anteriores. También abogaron por el respeto a los “entramados socio-culturales de las comunidades indígenas y afrodescendientes, su territorialidad, su tradición y sus derechos a acceder a los conocimientos, recursos, servicios, técnicas e instrumentos de todo tipo que les permita acrecer la productividad, el tejido social y la sostenibilidad ambiental”.

‘Catatumbo’ también habló de la necesidad de “formalizar todas las tierras que hoy están en manos de los campesinos” y en la defensa de “las Unidades Agrícolas Familiares (UAF) como unidades de territorio, suficientes, necesarias para el sostenimiento digno de la familia como célula del tejido social”.

Por último, afirmaron que el Estado “no puede repetir los errores del pasado en lo que a materia de reforma agraria concierne (…) la esencia de la transición está en la construcción inaplazable de la justicia social en medio de la desmilitarización de la sociedad”, y volvieron a pedir una Asamblea Nacional Constituyente como mecanismo de refrendación de los acuerdos.

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