Las últimas movidas del Congreso en el 2013

En uno de los últimos días de la legislatura de este año, comisiones de Cámara y Senado estuvieron trabajando en varios temas en lo que se destacan la polémica ley de baldíos y el proyecto que busca sancionar a los conductores ebrios. Con la presencia de los ministros del Interior y Agricultura, la jornada transcurrió entre las movilizaciones campesinas concentradas en Bogotá y la petición de los marchantes por la renuncia de ministro Lizarralde.

En la votación respectiva a la solicitud del retiro de la polémica ley de Baldíos, la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes dio su aval para que este proyecto fuera retirado. La petición fue hecha por los líderes de las carteras de Interior y Agricultura, Aurelio Iragorri y Rubén Darío Lizarralde, respectivamente.

A propósito, el Senador Jorge Enrique Robledo afirmó que es un triunfo de las concepciones democráticas en cuanto a los asuntos del agro. Además, señala que es una victoria en contra del “engendro”, conocido como la Ley Urrutia.

Sin embargo, el proyecto de ley será presentado en la próxima legislatura, por lo que Robledo supone y no descarta que vuelva a salir con el mismo objetivo, que según él, solo se centra en favorecer al sector empresarial y, aún más, a Indupalma, empresa que tenía a cargo hace alguno meses el actual ministro de Agricultura.

“Si el Gobierno persiste en esas ideas tan retardatarias y tan calculadas para favorecer a algunos, espero que la opinión pública también logre la derrota de ese segundo proyecto” dijo el Senador.

De igual manera, Robledo resaltó la falta de seriedad política, debida a que la radicación del proyecto se realizara sin autorización del presidente Santos y a que el jefe de la cartera no tomara la decisión de renunciar a su cargo, acto que para el Senador representa una falta de dignidad.

El ministro del Interior dejó a un lado los rumores en los que relacionaban esta decisión con el proceso de La Habana y afirmó que para el próximo periodo legislativo se presentará un nuevo proyecto relacionado con los baldíos. Además confirmó que se “tramitará por la Cámara de Representantes y no tendrá mensaje de urgencia”.

Respecto a las movilizaciones campesinas que se vienen dando desde todo el país hacia Bogotá, Irragorri insistió que el Gobierno le ha dado todas las garantías a las diferentes organizaciones labriegas para su pacífica protesta. Pero dejó claro que los incumplimientos que los líderes de las marchas afirman, no son tales. “No voy a deslegitimar la movilización de los campesinos, les hemos dado garantías para que la lleven a cabo, pero quiero dejar claro que el Gobierno Nacional si está cumpliendo. El Ministerio del Interior ha servido como sede de las organizaciones sociales y desde que finalizó el paro a hoy se han efectuado 30 reuniones. En todos los temas se va avanzando pero no se pueden resolver de un sólo tajo”.

Por otra parte, en las comisiones primeras de Senado y Cámara, aplazaron la discusión del proyecto que busca sancionar a los conductores ebrios. A cambio de la llamada “Ley Urrutia”, este articulado sí tiene mensaje de urgencia por parte del Gobierno.

La principal razón que esgrimieron los parlamentarios fue la falta de claridad del proyecto. En el debate se pudo ver el descontento por la ambigüedad respecto a si lo que se estaba pretendiendo castigar era a los conductores ebrios o a los temerarios.

De la misma manera, el senador liberal, Luis Fernando Velasco, mostró su descontento por varios de sus pares que ni siquiera se toman la molestia de leer lo que se discute: “Es muy doloroso reconocer que tenemos algunos congresistas que llegan a las comisiones, no leen las ponencias y hacen los debates sobre temas que no se están debatiendo”.

El debate contó con la presencia del viceministro el viceministro de Justicia, Miguel Samper, quien radicó en las presidencias de Senado y Cámara un concepto del Consejo de Política Criminal que hace algunas recomendaciones sobre la iniciativa. “Si se quiere buscar el impacto, se debe evaluar en qué medida se debe incrementar la pena. Es decir, que no se ha evaluado cuánto tiene que ser ese incremento para que la gente deje de conducir en estado de embriaguez”.

En ese sentido, se acordó la creación de una subcomisión compuesta por dos senadores y dos representantes para analizar el proyecto, dar claridad a la separación de la conducción temeraria y la conducción en estado de embriaguez y con esas conclusiones poder tener algo más firme.

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